Carlota Casiraghi (38 años), conocida por su elegancia y su estatus como miembro de la Familia Real de Mónaco, está abriendo un nuevo capítulo en su vida tras su reciente divorcio de Dimitri Rassam (42 años), formalizado en febrero de este año. En una entrevista reveladora con 'The Telegraph' , la hija de Carolina de Mónaco se ha sincerado sobre cómo esta separación ha sido una oportunidad para explorar y abrazar una mayor libertad personal y profesional. Desde la disolución de su matrimonio, Charlotte ha estado profundamente inmersa en una reflexión sobre la libertad y la emancipación. «Leer muchas autoras me ayudó a no vivir según las expectativas y los juicios», compartió en la entrevista, destacando cómo la literatura ha sido una herramienta vital en su proceso de auto-redescubrimiento. Para Casiraghi, el divorcio no solo representa el fin de una relación, sino también el comienzo de una nueva etapa en la que busca liberarse de las convenciones sociales que a menudo la han restringido. En sus declaraciones, Carlota aborda los desafíos que enfrentó durante y después de su matrimonio. Ella subraya que la maternidad y el rol de mujer trabajadora a menudo vienen acompañados de expectativas desiguales. «Es desigual porque siempre estamos pensando en lo que sucede en casa, y los hombres no, ¿verdad?», reflexionó. Esta perspectiva revela su lucha por equilibrar sus responsabilidades como madre con su deseo de realizarse creativamente, un tema recurrente en su vida. El impacto del estatus de su Familia Real también ha jugado un papel importante en su percepción del divorcio. «Siempre trato de desvincularme de este estatus de 'realeza'», declaró Casiraghi y añadió que «no me gusta mucho esta 'representación oficial', aunque lo hago si hay un propósito o si es importante para mi familia. Pero esto genera presión, la gente te juzga y espera mucho de ti cuando tienes un estatus oficial. Prefiero ser libre ». Esta presión externa ha sido un desafío constante, y su divorcio le ha permitido reconsiderar y, en algunos casos, rechazar las expectativas impuestas sobre ella. Carlota ha encontrado en su divorcio una oportunidad para reconfigurar su vida según sus propios términos. Ahora, más que nunca, busca vivir según sus propias reglas y explorar nuevos horizontes. La reciente revelación de su relación con el escritor Nicolas Mathieu, indica que está lista para abrazar nuevas experiencias personales y profesionales. A través de sus declaraciones y acciones, Carlota Casiraghi demuestra que, para ella, el divorcio ha sido más que una separación; ha sido un catalizador para una nueva forma de vivir y ser. La libertad personal y la autenticidad se han convertido en sus prioridades, y su viaje hacia un mayor sentido de sí misma es una inspiración para quienes buscan definir su propio camino en la vida.
