A finales de agosto se hacía oficial la noticia con la que se había estado especulando durante un tiempo bajo la idea de crisis matrimonial. Jennifer Lopez y Ben Affleck ponían fin a su relación definitivamente tras solicitar la cantante el divorcio al actor, aunque ya llevaban varios meses separados. La expareja escribía así el capítulo final de su historia de amor marcada por las idas y venidas y los intentos por hacer que su relación funcionase. Desde que se conocieron en el rodaje de la película 'Gigli' e iniciaron una amistad porque Lopez estaba en ese momento casada con Chris Judd, estaban destinados a enamorarse. Rompieron una vez y decidieron darse una nueva oportunidad en la que ambos se dieron finalmente el «sí, quiero», pero las cosas no terminaron saliendo como esperaban hasta que se produjo la ruptura. En pleno proceso de divorcio, la expareja rehace por separado su vida fuera de la mansión que compraron en Beverly Hills, cuya venta se está complicando más de lo que esperaban, aunque tomándose tiempos distintos. Mientras Ben Affleck ya tiene una nueva casa que compró por 20 millones de euros, la búsqueda del nuevo hogar de Jennifer no estaba resultando fructífera debido a sus exigentes gustos. Sin embargo, esta semana se publicaba que la situación de la actriz ya habría cambiado y se encontraría en negociaciones para hacerse con una casa a su gusto en Holmby Hills por menos dinero del que se pedía en un principio. Aunque ya separados, 'Bennifer', como se apodó a la pareja en los medios de comunicación especializados en el periodismo del corazón, no ha dejado de estar en contacto, pues sin tener ya un vínculo sentimental su relación sigue siendo buena. Tres meses han pasado desde la última vez que Jennifer Lopez y Ben Affleck aparecieron públicamente juntos en el mismo espacio. Ahora, para la sorpresa de los seguidores de la expareja, han reaparecido compartiendo una velada familiar por primera vez tras conocerse la noticia de su mediático divorcio. Este fin de semana, las cámaras captaban a la expareja saliendo de un coche a las puertas del Hotel Beverly Hills en Los Ángeles. Pero en el plan para el que se habían citado no estaban solos, también les acompañaban los dos hijos de Jennifer Lopez , Max y Emme , y los que tiene Ben Affleck de su anterior matrimonio con Jennifer Garner , Finn y Samuel . Según las informaciones compartidas por 'Page Six' todos entraron en el interior del edificio para dirigirse a almorzar en el Polo Lounge del edificio. Como puede verse en las imágenes captadas por los fotógrafos, la artista acudía a la cita vestida de manera informal pero luciendo arreglada para la ocasión con pantalones vaqueros de campana, un jersey de cuello alto, botas de tacón y un bolso de piel de serpiente. El actor no cambiaba nada el estilismo con el que ha sido fotografiado en las últimas semanas y lucía una camisa azul, un pantalón y unas zapatillas deportivas. Lo más sorprendente es que Jennifer sigue portando en su dedo anular el anillo de compromiso inscrito con su nombre, se desconoce si lo suele llevar quitado en su día a día y lo ha recuperado para este encuentro con su ex o si realmente tiene aprecio a la joya y la lleva en la mano todos los días. Acerca de su comportamiento durante el almuerzo, 'Page Six' ha contactado con algunos testigos del encuentro cuyos testimonios no dejan del todo claro en qué punto se encuentra su relación de cercanía. Unos dicen que siguen unidos porque «se mostraron muy cariñosos mientras disfrutaban de un día en Los Ángeles» y que incluso se cogieron de la mano e intercambiaron varios besos. En el restaurante, todos coinciden en que la expareja se sentó en una mesa aparte de en la que estuvieron comiendo sus hijos. La salida familiar también estuvo marcada por la presencia de otra persona. Jennifer Garner, la exmujer de Affleck fue vista a la salida del hotel junto a sus hijos en común, motivo por el que pudo tener lugar después el episiodio del que fueron testigos otros allí presentes. Al salir del almuerzo, la expareja mantuvo alterada una conversación que provocó las lágrimas en López, quien se las tuvo que secar una vez subida de nuevo en el vehículo con el que se alejaron del hotel. En estos meses sin verse, tanto Jennifer como Ben no han dejado de aparecer en público acompañados por otras personas en común. La semana pasada, la artista se encontraba con su amigo Matt Damon en la fiesta privada posterior a la presentación de su nuevo proyecto cinematográfico en el Festival de Cine de Toronto, donde mantuvieron una larga conversación que acaparó todas las miradas de los invitados a la celebración. Luciana Barroso también acompañaba a su marido y habló en otro momento con la cantante. La pareja eran amigos de 'Bennifer' y ahora son uno de sus grandes apoyos por igual en la separación. Hace unos días, Ben fue fotografiado dando un paseo por la calle con Luciana demostrando con besos el cómplice vínculo que mantienen.
