El mundo de las grandes cadenas internacionales está marcado por un fenómeno cada vez más evidente, la capacidad de adaptarse a las particularidades culturales y sociales de cada país en el que operan. Aunque franquicias como McDonald's, Starbucks o Zara mantienen una imagen global homogénea, tanto su oferta como su experiencia de compra pueden variar en gran medida dependiendo del lugar donde se encuentren. Esta realidad es una muestra de cómo el comercio global ha aprendido a interpretar las necesidades locales sin perder su esencia corporativa, un fenómeno conocido como glocalización . En ese sentido, Leyre Gómez, una española que vive en Ghana , ha compartido a través de un vídeo publicado en su cuenta de TikTok, 'stampbystamptravel' su experiencia en un Decathlon en Accra , la capital del país. En el vídeo, Leyre, que ha recibido muchas preguntas sobre si Decathlon en este país africano es similar a los de Europa o Asia, decidió realizar un recorrido por la tienda y compartir su experiencia con sus seguidores. «Recibo muchos comentarios preguntándome cómo es un Decathlon en Ghana. Así que hoy vas a acompañarme a verlo por dentro», comentó al inicio del vídeo. Contrario a lo que algunos podrían imaginar, las tiendas de Decathlon en Ghana no son muy diferentes de las que se pueden encontrar en el resto de países. «No, no hay cabras corriendo por aquí ni está sobre la arena. Es un Decathlon como el que te encontrarías en cualquier otra parte del mundo», afirmó mientras mostraba un Decathlon casi idéntico al de cualquier otra parte de Europa. Dentro de la tienda, Leyre explora el inventario, que cuenta con el equipamiento deportivo habitual: bicicletas, ropa deportiva, material para fútbol, y otros artículos que ya son característicos de Decathlon a nivel mundial. Sin embargo, hay detalles que resaltan la manera en la que la tienda se adapta al mercado ghanés, una prueba de que las grandes marcas internacionales deben ajustar su oferta a las particularidades de cada región. Uno de los aspectos que más llama la atención de la española es la presencia de productos como las palas de pádel. «Lo curioso es que tienen productos como estas palas de pádel, porque ahora este deporte está súper de moda aquí en Ghana», comentó. Sin embargo, practicar pádel en Accra no es precisamente barato, ya que, según señala Leyre, «reservar la pista de pádel una hora y media cuesta sobre 35 euros», un precio que confiesa que es elevado en comparación con España. Sin embargo, a pesar de las similitudes, la experiencia de compra en Ghana no es perfecta. En ese sentido, Leyre destaca que un problema frecuente es la reposición de productos . «Algunos productos, una vez que se agotan, pueden tardar años en reponerse», señaló. Además, añadió que la página web de Decathlon en Ghana «no funciona muy bien para ver el stock y tiene productos diferentes a los de España», lo que complica el proceso de compra online y obliga a los clientes a visitar la tienda para asegurarse de que los productos estén disponibles. A pesar de estas dificultades, Leyre se mostró satisfecha al final de su visita, ya que logró encontrar lo que estaba buscando: «Yo vine buscando estos bloques de yoga que parece que sí que hay», concluyó, reflejando una experiencia de compra que, aunque no exenta de desafíos, se siente bastante cercana a la que tendría en cualquier otro país.