El camino de España hacia la electrificación continúa siendo lento y alejado de la media europea, tal y como indica el Barómetro de electromovilidad correspondiente al segundo trimestre de 2024. Según la Asociación de Fabricantes (Anfac), se constata un avance en el número de puntos de recarga públicos disponibles, pero crecen también el número de instalaciones que están inoperativas o fuera de uso. Además, la señalización en carretera de las estaciones de recarga eléctrica continúa siendo casi inexistente. En el segundo trimestre del año, el indicador de infraestructura de recarga obtiene una valoración de 8,7 puntos sobre 100. España continúa aumentando su red de puntos de recarga, creciendo un 10% con respecto al trimestre anterior hasta los 35.698 puntos, lo que supone 3.276 puntos más. Pero como aspecto negativo, se detecta un alto número de puntos de recarga instalados fuera de servicio que ha aumentado un 5,8%, pasando de 8.645 a 9.145 puntos inactivos. La red de puntos de recarga española sería mucho más extensa de no ser por estos puestos que ahora no están operativos, ya sea porque no están en buen estado, no funcionan de forma correcta o que directamente no se han conectado a la red de distribución eléctrica. Estos suponen un 20,4% sobre los 44.843 puntos instalados en el país. En este sentido el presidente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), Arturo Pérez de Lucía, ha asegurado que en España «no existe ningún problema» en cuanto a la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, aunque sí ha admitido un «fallo en la estrategia de comunicación» al trasladar un mensaje de «temor frente al entusiasmo» en cuanto a esta nueva tecnología de movilidad. Además ha reconocido que en el momento actual, el presidente de Aedive está convencido de que el mercado de la movilidad eléctrica «está ofreciendo» productos interesantes «a precios competitivos» en un contexto en el que ya se ha alcanzando una madurez «indiscutible». Pérez de Lucía considera que todavía existen retos por delante, ya que para viajar con un coche eléctrico largas distancias igual que se hace en la actualidad con uno de combustión se necesita contar con un vehículo con alta densidad de batería y una capacidad de carga de alta potencia. La red de carga ultrarrápida superior o igual a 150 kW aumenta en 309 nuevos puntos de recarga. En la actualidad, España dispone de 2.412 puntos que cuentan con esta potencia, lo que representa el 6,7% del total de la red. Por tanto, el número de cargadores con esta potencia sigue siendo escaso. Asimismo, el 29% de la infraestructura de recarga de acceso público en nuestro país cuenta con una potencia superior a 22kW. Según los objetivos estimados por Anfac , el 51% de los puntos de recarga debería contar con potencias superiores a los 22 kW en 2024. Por tanto, en el 71% de los puntos de recarga con los que cuenta en España el tiempo de espera para la recarga está estimado en unas 3 horas. En este segundo trimestre se han instalado 1.045 puntos de recarga con potencia de 22 kW o inferior. «Estamos avanzando, pero hemos de dar más confianza al usuario. Hay un número elevado de puntos de recarga públicos en nuestras carreteras, pero por desgracia nadie los ve porque no están señalizados: esto es ineficiente. Es por lo que en nuestra reciente reunión le hemos solicitado al Gobierno la puesta en marcha de un plan de choque para señalizar antes de enero de 2025 la red de recarga ya existente en las carreteras del Estado, y dar así confianza al usuario. En España ha habido experiencias de cambio urgente de señales por motivos varios, como la eficiencia energética; acelerar la electrificación merecería ahora un esfuerzo similar», destaca José López-Tafall, director general de Anfac. En el segundo trimestre de 2024, el indicador de penetración del vehículo electrificado ha obtenido una valoración de 21,4 puntos sobre 100. Esto supone una reducción de tres décimas con respecto al trimestre anterior. Este dato es producto del descenso en la matriculación de vehículos electrificados, que se deja notar cada vez más en este barómetro. En cuanto al índice europeo, España se sitúa por delante de Hungría (20,0), Italia (19,3) y República Checa (16,0). De media, en la Unión Europea este indicador ha retrocedido cuatro décimas con respecto al trimestre anterior. Alemania, que eliminó los planes de estímulo a la compra de vehículos eléctricos a finales de 2023, experimenta la caída más destacada (1,7 puntos). Por el contrario, Portugal continúa al alza y en esta ocasión supera a Francia y Alemania gracias a un incremento de 1,1 puntos. «La electrificación no es un hecho inalcanzable. Francia y Portugal han demostrado que, con un sistema de ayudas, tanto económicas como fiscales y divulgativas, se puede acelerar. Máxime viendo que el freno de ventas de vehículos con enchufe en Alemania demuestra que el estímulo público económico sigue siendo necesario. Por ello, debemos seguir trabajando juntos, administración y sector privado, y poniendo a disposición de los ciudadanos y empresas ayudas sencillas y eficaces «, reconoce López-Tafall. En la primera mitad del año se vendieron 55.883 turismos electrificados, lo que supone un 20% del cumplimiento del objetivo anual de este ejercicio, establecido en 280.000. Lo que deja claramente a España muy lejos de los objetivos establecidos por el Fit for 55.