Marcaba el calendario 1589, tan solo un año después de que los sueños de Felipe II se fueran a pique junto a su 'Grande y Felicísima Armada', cuando los ingleses decidieron dar un golpe definitivo contra España: enviar una gran flota que acabara con los restos de la armada de la Monarquía hispánica. Así lo afirma el fallecido historiador militar Cesáreo Fernández Duro en su extensísima obra 'Historia de la Armada Española (desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón)': «La reina Isabel […] pensó en evitar segunda acometida de las escuadras de España buscando a D. Felipe ocupación en sus Estados y alejando del propio país el teatro de la guerra». La doctora María del Carmen Saavedra...
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