A principios del año pasado, el caso de la detención del exfutbolista Dani Alves por presunta agresión sexual a una joven en una discoteca barcelonesa afectó directamente a la vida de su pareja, la modelo Joana Sanz . Al mismo tiempo que se informaba de las novedades del proceso del deportista, el nombre de Sanz ocupó casi tantos titulares como el de él, pero no por motivos profesionales, sino debido a la relación que ambos mantenían y que fue salpicada por el escándalo de violencia sexual de Alves. Ya en la diana del foco mediático, la situación que atravesó la modelo fue delicada. Justo unas semanas después de sufrir el fallecimiento de su madre a causa de un cáncer, los supuestos actos de su pareja la situaron en el ojo del juicio popular por los rumores, tras confirmar ella en un comunicado que habría roto su relación inmediatamente, de que la infidelidad no hizo que dejase atrás su fidelidad hacia el exfutbolista. Condenado por la Justicia, Dani Alves abonó finalmente una fianza de un millón de euros logrando salir de prisión bajo libertad provisional. La incógnita que ponía en duda el estado actual de la relación de Joana Sanz y Dani Alves se resolvió cuando ella estuvo al lado de su pareja públicamente gracias a lo que es, al parecer, una nueva oportunidad lejos de la polémica y el debate mediático. Para demostrar que ya nada les afecta, ambos compartieron este mes de agosto sus idílicas vacaciones en Mallorca con un contundente mensaje: «Somos felices». Sin embargo y, sin esperarlo, Joana ha anunciado una drástica decisión que indicaría que no vive su mejor momento. Si en algo encontró la modelo su mayor apoyo, además de en su familia, fue en su trabajo encima de las pasarelas. Con varios proyectos entre manos para olvidar el ruido mediático con el que continuamente protagonizaba titulares, Sanz superó el huracán en el que se vio inmersa. Pero ahora, en la industria del modelaje parece no seguir encontrando su sitio, puesto que el caso de su pareja ha conllevado más consecuencias de las que podía pensar. En las últimas horas, la modelo publicaba una historia en su perfil personal de Instagram en la que comunicaba oficialmente que ha tomado la decisión de retirarse durante un tiempo y sin fecha de regreso de su trabajo como modelo. «Estoy muy agradecida con el trabajo que tengo. La posibilidad de viajar, conocer gente diferente y encima que te paguen... es como para estar muy agradecido, ¿no? Todo eso no quita que me convierta en un cactus, pasar tanto tiempo sola es lo que tiene», ha comenzado indicando a sus seguidores que su situación cambió su personalidad. «Estos dos últimos años me he visto obligada a trabajar con una gran sonrisa y tragándome las lágrimas de tanto dolor que tenía dentro porque es lo que hay si quieres pagar las cuentas», ha expresado acerca de cómo sobrellevó estar en el foco mediático. Tal y como afirma, su trabajo fue su salvación, pero acarreaba unas consecuencias con las que no puede seguir lidiando: «La verdad que trabajar en este sector me ha ayudado a no hundirme, pero tampoco me ha permitido dejarme querer, establecer una base y tener un hogar», ha confesado Sanz. El adiós de Joana de las pasarelas no tiene, por el momento, fecha de regreso. «Con este storie, comunico que el próximo mes me retiro de la moda como modelo. Tal vez por un tiempo, tal vez sin retorno... no lo sé», ha terminado de comunicar su drástica decisión que no conlleva quedarse sin trabajo. De cara al futuro seguirá vinculada al mundo de la moda con otros proyectos empresariales a los que está vinculada y con los que no seguirá exponiéndose al público como antes. Tras publicar también una serie de fotografías con las que recopila sus mejores trabajos como modelo para las firmas y marcas más importantes del mundo, no ha dejado escapar la ocasión de mostrar los mensajes de apoyo que ha recibido por parte de algunos de sus seguidores. «Eres un gran ejemplo e inspiración» o «No te deseo suerte porque con lo trabajadora y mujer luchadora que eres conseguirás grandes cosas», son algunas de las palabras que han querido dedicarle sus fans por su marcha de la profesión.
