Verano trágico para los Goyanes Lapique. La familia, el pasado agosto, tuvo que hacer frente a dos duras pérdidas : la de Carlos Coyanes y de la su primogénita, Caritina Goyanes . Ambos fallecieron con apenas 19 días de diferencia dejando a sus allegados sumidos en la más profunda de las tristezas. Ahora, según publica 'Vanitatis', el próximo 23 de septiembre se celebrará una misa funeral en Madrid en recuerdo de los finados. Tendrá lugar en la iglesia de San Agustín a las ocho de la tarde. El sitio, según ha podido saber el medio, ha sido elegido porque Caritina Goyanes tenía un fuerte vínculo con José María Muñoz de Juan , el titular de la parroquia. También con sus grupos católicos. Señalar que la hija mayor de Cari Lapique hizo público que había conseguido encontrarse consigo misma gracias a la religión e iba a misa todos los domingos a las ocho de la tarde, ya fuera sola o acompañada. Incluso era habitual que acudiera a las 'mothers prayers', un grupo religioso de origen británico que se ha expandido por todo el mundo. «Estaba muy implicada en la educación cristiana de sus hijos, y su mayor deseo era acercar a Dios a su familia y a todos los que tenía alrededor», deslizó el sacerdote Carlos López en la revista 'Alfa y Omega'. La hermana de Carla Goyanes , en conversación con 'Vanitatis', abordó cómo se convirtió en una mujer de fe. «Dios no era algo que estuviera en casa. Soy una persona que me he exigido mucho y llegué a un momento de mi vida de tensión personal y ansiedad muy grande. Aparentemente tenía todo, pero había algo que me generaba inseguridad e irritabilidad. No me aguantaba ni a mí misma. Hablaba mal a mi marido, a mis hijos, a los amigos... Hice terapia, mindfulness, leía libros de autoayuda y no me servía de mucho», confesó. Aunque todo cambió cuando «me convenció un amigo para hacer el retiro de Emaús»: «Me cambió la vida. Fue el mejor regalo que he recibido. A raíz de mi retiro, aprendí a ver la vida de otra manera. Tengo una confianza absoluta en Dios». La luz de Caritina Goyanes se apagó el pasado 26 de agosto, en Marbella, a causa de un paro cardíaco, 19 días después de la muerte de su progenitor, Carlos Goyanes . Los dos fallecimientos llegaron de forma inesperada. Un día después del deceso de la empresaria, los restos mortales de ambos fueron enterrados en el cementerio de San Isidro de Madrid. Se espera que hasta la iglesia de San Agustín, donde tendrá lugar la musa funeral, se desplacen multitud de allegados como ya ocurrió en el tanatorio de Marbella.
