BBVA recibe la luz verde del Banco Central Europeo (BCE) para comprar Banco Sabadell. Así lo ha informado la entidad vasca en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un paso más en la operación, que queda a expensas de que el supervisor bursátil apruebe el folleto y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) adopte una resolución. «BBVA informa que, en el día de hoy, ha recibido la decisión de no oposición del Banco Central Europeo a la toma de control de Banco Sabadell por parte de BBVA, como resultado de la oferta. La referida no oposición es un requisito previo para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores autorice la oferta a efectos de lo dispuesto en el artículo 26.2 del Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores», señala el banco. Con todo, esta era una autorización que no se esperaba que diera problemas al banco vasco. Desde el lanzamiento de la opa, los analistas han confiado plenamente en el OK del BCE, que lo que analiza principalmente es la estabilidad financiera. El presidente de BBVA, Carlos Torres , ha señalado en un comunicado que confía en «recibir el resto de autorizaciones según el calendario previsto y avanzar en el proyecto más atractivo de la banca europea». Ese calendario del que habla es el que dieron al momento de lanzar la opa en mayo; entonces señalaron un plazo de 6-8 meses para el proceso de opa, contando ya con el periodo de aceptación, que se abriría una vez el supervisor bursátil avale el folleto. Sin embargo, el Sabadell cuestiona esos plazos y apunta a que podría retrasarse a 2025. Basan esa fecha en que sería posible que la CNMV retrasara la aprobación del folleto de la opa hasta que Competencia emitiera su resolución, que puede ser favorable, favorable con condiciones o veto. El banco catalán insiste en que el supervisor bursátil debería esperar para que los accionistas puedan tomar la decisión de acudir o no a la opa con toda la información. «Este proyecto es positivo para todos los grupos de interés. Los accionistas de BBVA conseguirán elevados retornos de la inversión con un limitado consumo de capital, mientras que los accionistas de Banco Sabadell obtendrán una prima muy atractiva (50% de los precios medios ponderados de los tres meses anteriores al 29 de abril, fecha previa al anuncio de la oferta), un beneficio por acción (o BPA) un 27% superior al logrado en caso de que la entidad mantuviera su andadura en solitario y el 16% de participación en la entidad resultante de la fusión», indica BBVA en un comunicado. Asimismo, el banco insiste en que «todos se beneficiarán de la política de remuneración al accionista de BBVA, que supone repartir entre el 40% y el 50% del beneficio, y del compromiso de la entidad de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%». Esto se enmarca en ese intento de cada uno de los dos bancos por tratar de seducir a los accionistas de la entidad catalana, que serán en última instancia los que tomen la decisión.