Scott Peden disfrutaba de una vida tranquila con su pareja Gemma, su hija Lilly, de ocho años, y su pequeño hijo Oliver, de cuatro, en la ciudad de Cambridge, Reino Unido. Pero todo cambió una fatídica noche el año pasado cuando un incendio, provocado por la batería defectuosa de su bicicleta eléctrica, destrozó su hogar y le arrebató a lo más preciado en su vida. Scott habría comprado en línea una batería de bicicleta eléctrica sin sospechar que el objeto traería consigo una tragedia inimaginable. Mientras la familia dormía, la batería explotó repentinamente bajo las escaleras de su casa. S cott sobrevivió, pero sufrió graves quemaduras internas y pasó un mes en coma , sólo para despertar en el hospital y recibir la devastadora noticia: su pareja, sus hijos y sus dos perros habían muerto no sólo por causa de las llamas y el humo, sino por la inhalación de gases tóxicos generados por la batería. «He perdido todo en una sola noche y mi corazón ha quedado destrozado», confesó Scott, quien desde entonces ha vivido atormentado por la culpa y el dolor. « Antes del incendio , no tenía idea de los peligros de estas baterías de iones de litio«. Esta tragedia no es un caso aislado. Las estadísticas oficiales muestran un incremento alarmante en los incendios relacionados con bicicletas y patinetes eléctricos en el país, y sólo en Londres, los bomberos respondieron el año pasado a un promedio de un incendio cada dos días relacionados con estos dispositivos. El número de incendios causados por bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos en Londres pasó de 78 en 2021 a 179 el año pasado , según cifras del Cuerpo de Bomberos, que se saldaron con tres personas muertas y alrededor de 60 heridas . Y en los primeros cinco meses de este año se registraron 66 incendios de este tipo, en los que murieron 11 personas. Así, la tragedia de Scott es sólo una de las muchas que se han registrado en todo el Reino Unido , pero la suya es la cara más visible de una campaña que lucha por regular estos dispositivos y alertar a la población de sus riesgos. La mayoría de estos incendios tienen una causa común: baterías defectuosas, cargadores incompatibles o kits de conversión de baja calidad comprados en internet sin regulación alguna. Según Lesley Rudd, directora ejecutiva de la organización benéfica Electrical Safety First, a cargo de la campaña, «personas de todo el país están muriendo a causa de estos incendios, y personas como Scott están viviendo con el dolor y la devastación«. La necesidad de una legislación más fuerte es urgente, y Rudd subraya que »el tiempo es esencial, debemos trabajar con el gobierno para abordar este problema como una prioridad«. El mercado de bicicletas y patinetes eléctricos ha crecido rápidamente en los últimos años, lo cual ha sido aplaudido, entre otros motivos, por ayudar a reducir las emisiones de carbono en las ciudades. Sin embargo, la falta de regulación ha creado un «salvaje oeste« , según la organización, donde productos peligrosos, como baterías y cargadores de baja calidad, se venden sin control alguno. Las baterías de iones de litio, en particular, representan un riesgo significativo. Cuando estas fallan, pueden provocar incendios explosivos que se extienden rápidamente y son extremadamente difíciles de contener. Los expertos advierten, por ejemplo, que un cargador que intenta inyectar 48 voltios en una batería diseñada sólo para 36 voltios es una receta para el desastre . Gez Medinger, especialista en la conversión de bicicletas en el noroeste de Londres, ha convertido más de 70 bicicletas en e-bikes y enfatiza la importancia de usar baterías y cargadores compatibles y de alta calidad. Sin embargo, la falta de regulación para los kits de conversión deja a los consumidores en riesgo. «Si no se instala de manera segura, entonces no es un producto seguro, y particularmente si no se usa el cargador adecuado para ello», advierte. El incendio en la casa de Scott fue causado por una batería comprada de segunda mano, un problema recurrente según los datos. La London Fire Brigade revela que casi el 40% de los incendios relacionados con bicicletas eléctricas son causados por kits de conversió n , y una investigación de Electrical Safety First encontró que el 43% de los propietarios de bicicletas y patinetes eléctricos en el Reino Unido usan cargadores comprados por separado , lo que aumenta el riesgo de incendios. En el momento del suceso en su casa, Peden trabajaba descargando camiones de entrega en la mañana en un supermercado y compartía la bicicleta eléctrica con un compañero que trabajaba en el turno de la tarde. Cuando le robaron la batería de la bicicleta, no pudieron pagar las 600 libras que costaba una nueva, así que pagaron cien por la de segunda mano. Scott ha decidido dedicarse a evitar que otras familias sufran la misma tragedia. Él y su campaña se centran en pedir que se introduzcan medidas de seguridad obligatorias que incluyan la certificación independiente para todas las bicicletas eléctricas, patinetes y baterías vendidas en el Reino Unido. Esta regulación ya existe para otros productos de alto riesgo como los fuegos artificiales y la maquinaria pesada. Scott cree firmemente que es necesaria para evitar más muertes. «La campaña me ha dado un propósito. Mi vida ha sido arruinada, pero puedo ayudar a salvar la vida de otra persona», asegura.