Es la tercera vez que una vecina del barrio sevillano de la Macarena lleva a su expareja ante los tribunales ante la situación de acoso y hostigamiento que está sufriendo para que abandone su casa. Este individuo ya ha sido condenado por un juzgado de la capital, este mes de septiembre se tiene que sentar en el banquillo por otros hechos y un tercer juzgado ha dictado una auto de ingreso en prisión de forma provisional por romper la orden de alejamiento. El acusado y la denunciante mantuvieron una relación sentimental estable, conviviendo ambos en un piso de la calle Playa de Chipiona del barrio de la Macarena. Sin embargo, a principios del pasado mes de mayo ella tomó la decisión de poner fin a la relación sentimental. Esto llevó al hombre a adoptar represalias contra ella, que se negaba de forma reiterada a volver con él, según detalla la Fiscalía en su escrito de calificación contra este individuo en un caso por coacciones, que será juzgado la semana que viene en el Penal número once de Sevilla. Ante esta situación, él trató de doblegar su voluntad de mantener su residencia en la Macarena. Según el Ministerio Público , el acusado, de 39 años de edad, adoptó todo tipo de conductas para que se mudara de vivienda. Comenzó a telefonearla y a mandarle mensajes insistentemente para que se fuera. «Tengo alguna cosa en casa, tú verás»; «contesta o le voy a enviar a tu hijo unos vídeos y que te vea charlar como matan a su padre»; «tu juego es sucio y yo voy a jugar a tu nivel mamasita »; «te vas a ir de este barrio. Te van a pegar todos los días, a ese maricón, a esos dos niños...»; «te vas de la Macarena. Ahora vas a ver de quién es el barrio, lo siento por tu hijo y por esos niños». Fueron algunos de los mensajes recibidos por la denunciante. Otros mensajes llegaron incluso al teléfono del hijo de la víctima, con insultos como «zorra» o «guarra». Para la Fiscalía, estos hechos son constitutivos de un delito de coacciones leves y solicita para él diez meses de prisión, la privación del derecho a la tenencia y porte de armas y la prohibición de acercarse a la mujer durante dos años y medio. Sin embargo, éstos no son los únicos hechos por los que la mujer ha puesto a su expareja en manos de la Justicia, que le impuso de manera preventiva una orden de alejamiento e incomunicación con respecto a la denunciante. Según el abogado de la víctima, Fernando García-Neble Rubin de Celis, los incumplimientos de la orden de alejamiento y una agresión física a la mujer ocurrida el pasado 8 de junio en la puerta de su casa, cuando le pegó una patada en el pecho, llevaron a esta parte a interponer otra denuncia, por los que fue condenado su expareja por un delito de quebrantamiento de medida cautelar y lesiones en el ámbito de la violencia de género a a la pena de nueve meses de prisión y 65 días de trabajos en beneficio de la comunidad. «Pese al juicio pendiente de celebración, la condena anterior y la prohibición de comunicación y orden de alejamiento, el acusado ha seguido hostigando a mi mandante», según el letrado. Todo esto llevó a la juez de Violencia sobre la Mujer número 1 de Sevilla a dictar un auto que ordena el ingreso en prisión provisional de este individuo, siguiéndose un nuevo procedimiento frente al acusado por un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar, otro de injurias y vejaciones, otro delito continuado de quebrantamiento de pena; y otros de coacciones y amenazas. La decisión de enviarlo a prisión fue dictada inicialmente por otro juzgado, pero la juez de Violencia sobre la Mujer número 1 la revocó. Aunque continuaron los episodios de acoso, hostigamiento y mensajes amenazantes entre este individuo y su expareja. Todo ello llevó a otro juez a ordenar de nuevo el ingreso en prisión preventiva, que a la vista de la situación de riesgo para la mujer . Ahora sí, fue ratificada por la juez de Violencia sobre la Mujer número 1.
