Tras la bulliciosa manifestación del pasado domingo contra la gestión bélica y diplomática de Benjamin Netanyahu, la convocatoria de una huelga general en Israel, orquestada por un sindicato mayoritario , la Histadrut, que como en España suele sacar los pies del plato laboral, vino ayer a proyectar al mundo libre la imagen de una democracia en la que incluso con seis muertos sobre la mesa, acribillados por Hamás, es capaz de cuestionar a voz en grito la estrategia de su Gobierno y de abogar sin pudor por la cesión al chantaje de una cuadrilla de asesinos. Presos por presupuestos, o rehenes por terroristas. Manifestarse contra el primer ministro israelí o montarle una huelga general es exclusivo, incluso con seis víctimas...
Ver Más