Restringir el acceso al crédito y encarecerlo provoca una disminución del precio de la vivienda , reduce las tasas de propiedad de los ciudadanos y genera un efecto colateral sobre el mercado del alquiler, aumentando el precio de los arrendamientos. Esta es la principal conclusión a la que llega el Banco Central Europeo (BCE) en un documento de trabajo recientemente publicado. Por una parte, la institución analiza lo que ocurre en un escenario en el que se introducen restricciones a los préstamos que se pueden dar a los usuarios en función del valor de la vivienda y sus ingresos, tomando como base el escenario adoptado por Irlanda en 2015. El BCE concluye que un 'shock' de este tipo «aumenta los...
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