Junts prometió hacer una oposición «implacable» a Salvadador Illa, lo que a estas alturas de la legislatura, cuando el Govern apenas ha echado a andar, pasa por arremeter contra los nombramientos del ejecutivo regional . Lograron cobrarse una primera pieza, modesta, cuando consiguieron que Alfons Jiménez, pareja de la consejera de Territorio y portavoz, Sílvia Paneque, renunciara como su jefe de gabinete. La aludida señaló que ante la reacción generada, su pareja prefirió renunciar. En ese caso acusaron al Govern de nepotismo –el nombramiento de Jiménez coincidió con el de la hermana del alcalde Jaume Collboni como asesora–, a lo que ahora sigue acusar al Govern de «españolista» por los perfiles de algunos de sus cargos. Ha sido el propio expresidente Carles Puigdemont el que ha cuestionado el nombramiento de la periodista Cristina Farrés, hasta ahora directora del medio digital 'Crónica Global', como nueva jefa de comunicación del Govern. A criterio del fugado, el Ejecutivo, sin apuntar más nombres aparte del de Farrés, está «cargado de altos cargos que han expresado odio a la identidad nacional, la lengua que hablan y los deseos de libertad de una gran parte de la sociedad catalana». Alude el expresidente, en su día también periodista, a las informaciones críticas del medio que dirigía Farrés contra la inmersión lingüística o el proceso soberanista. «Sus pelotas mediáticos, que se han pasado años diciendo que las mayorías absolutas independentistas no podían gobernar para todos, ahora nos harán creer que el gobierno de un partido que tiene 42 diputados gobernará para todos», apuntó el expresidente.
