Saber que incluso algo tan espantoso como el verano termina, nos llena de optimismo. Después de ser reducida a cenizas y arena, la vida se renueva . La prueba de esto es que al verano le sucede el otoño, la mejor de las estaciones. No obstante, por esa tenaz campaña de desinformación que hemos denunciado desde este chiringuito antiestival, la primavera suele acaparar los piropos, los likes y las buenas reseñas. Y todo por el simple hecho de que en abril comienzan a brotarles hojas y florecitas a los árboles. Los humanos, en su delirio de sentirse uno con el planeta, ven en esos capullos (los muy ídem) una señal de que ellos también están por inaugurar una nueva etapa....
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