La Ejecutiva Regional del PSOE aragonés, con la ausencia de los representantes de Huesca, ha aprobado por unanimidad un documento en el que se rechaza el pacto entre ERC y el PSC. Esta oposición al acuerdo que llevaría a Cataluña a salir del régimen fiscal común y a quebrar la solidaridad interterritorial es el primer signo de coherencia que el PSOE demuestra a nivel orgánico. Desde hace demasiado tiempo, el interés personal y político de Pedro Sánchez ha ido marcando la agenda política de un partido que se ha visto obligado a contradecir sus propios principios fundacionales. El respeto al espíritu del 78, la igualdad entre españoles, la separación de poderes o el imperio de la ley son valores que se han ido quebrando a medida que Sánchez ha necesitado apoyarse en fuerzas políticas abiertamente contrarias a nuestra Constitución. La debilidad de un hombre se ha extendido a todo un partido, pero el precedente del PSOE aragonés exhibe un destello, todavía mínimo, de dignidad política