Por vez primera en la historia de la V República, Francia lleva cincuenta y cuatro días sin gobierno . Emmanuel Macron, presidente, sigue «buscando» un posible primer ministro para formar un eventual equipo gubernamental, que correría el riesgo de ser censurado con rapidez. Macron convocó elecciones anticipadas, la primavera pasada, para «salir» de la crisis abierta con las elecciones de 2022, cuando Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen , se convirtió en el primer partido parlamentario, en una Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional, divida en tres grandes bloques, izquierdas, extrema derecha y «macronianos», con una derecha histórica convertida en «fantasma» del antiguo partido fundador del régimen. Las elecciones anticipadas reafirmaron y agravaron esas divisiones. Y, según los politólogos más eminentes, los líderes de todos los grandes partidos y varios ex ministros de Macron, el presidente ha convertido la política francesa en un caos institucional sin precedentes. Durante cincuenta días, Macron ha consultado a todos los partidos políticos con representación parlamentaria, sin conseguir establecer ningún diálogo con nadie. Los partidos solidarios con el presidente también están divididos sobre el contenido concreto de posibles alianzas con la derecha tradicional o socialistas disidentes del PS. Jérôme Jaffré, uno de los politólogos más respetados de Francia, resume la situación de este modo: «Nos encontramos caídos en la crisis política más grave en la historia de la V República. No hay mayoría parlamentaria ni gobierno desde hace cincuenta días. Y no se puede recurrir al sufragio universal antes de un año . La crisis se agrava semana tras semana«. 'Le Point', el semanario más vendido e influyente, resume la situación nacional con este titular, abriendo su última portada: «Francia, sobre un volcán» . Con estos subtítulos: «País ingobernable, ante el muro de una deuda pública sin precedentes, cuando se ha banalizado el antisemitismo». 'L'Express', semanario histórico, el segundo en importancia nacional, titula en su última portada: «Francia, presupuestos del Estado incontrolados». En sus páginas interiores, Laureline Dupong comenta: «Francia se enfrenta con el caos precipitado por Macron» Partidos y personalidades políticas pueden ser más duros. Jean-Michel Blanquer, constitucionalista eminente, que fue ministro de Educación de Macron, entre 2017 y 2022, declara: «La disolución de la Asamblea Nacional fue un desastre, para Francia y para el presidente. Estamos coqueteando con una crisis del régimen fundado por de Gaulle en 1958, la V República». A la derecha tradicional, Laurent Wauquiez, líder de Los Republicanos (LR), declaró tras ser recibido por Macron en el Elíseo: «Fue un diálogo de sordos, decepcionante. Por parte del presidente, no hay un proyecto estructurado para Francia. Ni siquiera tiene clara una visión para los próximos meses». Días antes, Marine Le Pen había sido mucho más brutal: «Francia es víctima del caos precipitado por Macron». A la izquierda, Olivier Faure, líder del PS, acusa de Macron de «negación» de la democracia. Y agrega: «Con su rechazo de los resultados electorales, amenazando el funcionamiento de la democracia… no podemos ser cómplices del presidente». Jean-Luc Mélenchon , líder de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda) declaró la tarde del jueves: «La crisis puede agravarse. Si Macron no consigue el apoyo de Marine Le Pen ninguna coalición podrá durar con un gobierno usurpador». LFI, los ecologistas, varios grupúsculos izquierdistas y la CGT (primer sindicato de Francia) han convocado manifestaciones callejeras de protesta contra Macron, para el próximo día 7. Macron se toma ese diluvio de críticas con una aparente «calma» excepcional. El jueves por la mañana siguió sus consultas con alcaldes y líderes de provincias, antes de iniciar un viaje de Estado a Serbia, donde espera conseguir un buen contrato de aviones «Rafale», por varios de varios miles o decenas de miles de millones de euros. De vuelta a París, el presidente seguirá consultado, a la espera del «descubrimiento» de un posible jefe de gobierno, a partir del lunes que viene, si no se produce un imprevisto excepcional.