La consejera de Interior y Seguridad Pública de la Generalitat, Nuria Parlon , ha calificado de «intolerable» el desarrollo del taller de cócteles Molotov producido el pasado martes 27 de agosto en el marco de la fiesta mayor de la localidad de Granollers (Barcelona). En una nota remitida por su consejría, según Parlon, «esta actividad malogra el carácter lúdico y festivo que tiene que tener un acontecimiento tan importante como es la fiesta mayor de una ciudad o pueblo donde no puede tener cabida la incitación a la violencia ». En paralelo, y tal y como se explicó ayer, el cuerpo de Mossos d'Esquadra lleva a cabo las actuaciones policiales oportunas para trasladar a la autoridad judicial y fiscal los hechos sucedidos. Las palabras de la consejera dan respuesta a la petición que desde los sindicatos policiales, y desde partidos políticos como PP y Vox, se habían producido reclamando a los responsables políticos del cuerpo una condena pública de lo sucedido. Partidos y sindicatos también habían pedido la dimisión de la alcaldesa, Alba Barnusell , cuyo ayuntamiento, que el PSC gobierna con mayoría absoluta, alegó que no tenía conocimiento del «taller de guerrilla urbana» pese a formar parte de la programación de las fiestas. En su nota, Parlon defiende «enérgicamente» el trabajo y tarea de la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra, así como a la del resto de cuerpos y fuerzas de seguridad como servidores públicos, siempre al servicio de la ciudadanía. «Los cuerpos policiales son un pilar básico y garante de una sociedad democrática . Solo a partir de la seguridad que nos garantizan podemos disfrutar del resto de derechos y libertades», manifiesta Parlon. «Es intolerable que un taller fomente prácticas violentas de los niños», añade la consejera. En la misma nota, Interior señala que si bien la libertad de expresión es uno de los derechos constitucionales y por tanto objeto de protección, y garantiza el derecho de cualquier persona a «expresarse críticamente con relación a una actuación policial o a una institución», hay que «defender igualmente que esta crítica no pueda leerse como una incitación a cualquier tipo de violencia ».
