Para nadie es un secreto que el último año ha sido el más difícil en la vida de Rodolfo Sancho. El pasado 5 de agosto se cumplía un año desde la detención de su hijo, Daniel Sancho, en Tailandia , acusado de asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta . Este jueves, la Justicia tailandesa ha condenado a Sancho a cadena perpetua. Un hecho que obviamente marcará el futuro y el resto de la vida del joven, pero también la de todos los que están a su alrededor y por supuesto, con mucha menos fortuna, la de la familia y amigos del fallecido. Y si hay alguien que a pesar de las circunstancias adversas ha luchado día a día desde que se conocieron los hechos por su hijo ha sido Rodolfo Sancho. El actor se puso manos a la obra en cuanto fue conocedor de los hechos, montó un equipo de abogados, se asesoró todo lo posible y en septiembre viajó por primera vez a Tailandia para enfrentarse al primer encuentro con su hijo. Y desde entonces ha estado pendiente de cada uno de los pasos que han ido siendo necesarios para procurar al joven la mejor defensa posible y todo su apoyo. Se trasladó allí durante todo el proceso de juicio que duró cerca de un mes y según se ha publicado, le ha estado mandando dinero siempre que ha sido necesario. Y todo esto requiere un gran sacrificio personal. Rodolfo es actor y siempre ha tratado de ser muy discreto con su vida privada, su imagen siempre ha sido muy limpia, ha tenido buena relación con la prensa y ha sido muy profesional a la hora de presentar sus trabajos, que no han sido pocos en su larga trayectoria, porque empezó a actuar muy joven. Y aunque nadie duda de que todo eso siga siendo así, lo cierto es que este año, debido a las circunstancias, ha tenido que dejar de lado algunas cosas importantes para él y para su carrera por lo sucedido. El pasado mes de agosto, cuando tuvieron lugar los hechos, él se encontraba en plena promoción de 'Delfines de plata' una película que había protagonizado y cuyo trabajo para darla a conocer se vio bruscamente frenado en seco. En enero de este mismo año ocurrió lo mismo con Zorro, una serie que ya había rodado para TVE junto a Miguel Bernardeau y que era una gran apuesta de la cadena, y cuya promoción se perdió . La suerte es que ambos proyectos ya estaban grabados, pero seguro que le hubiera gustado poder vivir esos estrenos junto al equipo y no pudo ser. También tenía entre manos algo mucho más personal, su propia productora . La había puesto en marcha en 2022 junto a un socio y en 2023, antes de suceder todo esto, habían firmado un acuerdo con Onza, una productora con la que Sancho ya había trabajado, pues es la responsable de El Ministerio del Tiempo. Por ahora se desconoce cómo han ido las cosas porque todavía no es posible consultar cuentas de esta empresa, pero es evidente que él no ha podido dedicar al proyecto tanto tiempo como hubiera tenido de no haber tenido lugar el suceso con su hijo. La economía, por supuesto, también juega un papel fundamental en los sacrificios que el actor ha tenido que hacer para enfrentarse a lo sucedido. De hecho, la razón de aceptar hacer un documental con HBO, por el que habría cobrado unos 120.000€ según revelaba el programa 'Aruser@s' de La Sexta , fue precisamente poder ingresar para poder seguir teniendo la solvencia suficiente para todo lo que quedaba. El periodista Nacho Abad detallaba que Rodolfo Sancho había gastado gran parte de estos ingresos en «pagar la parte de la defensa de su hijo, la alimentación, la subsistencia...». Esta importante cantidad, que superaba los 100.000 euros, permitiera al padre de Daniel Sancho costear las facilidades de su hijo en la cárcel de Koh Samui, en Tailandia: «Daniel Sancho come en la cárcel medianamente bien porque su padre le paga la comida», explicaba Abad, desvelando que en esas cárceles «o se la pagas a todos los del módulo o no puede comer diferente». «Tienes que gastar un dineral en comida », aseguraba Abad. No es el único lujo del que dispone el hijo del actor, pues su padre también habría pagado «un futón para que pueda dormir un poco mejor». En las cárceles tailandesas los presos «duermen en el suelo» , sobre una especie de colchoneta, como es tradición en el país asiático. Por otra parte, los constantes viajes a Tailandia le han restado tiempo con su familia, algo que a priori podría no parecer para tanto, pero si tenemos en cuenta que vive en Fuerteventura y que tiene una hija menor, por la que además pidieron respeto en redes sociales, pues todavía está en la adolescencia, es evidente que este hecho habrá tenido mella en su rutina y estabilidad familiar , como la habría tenido en la de cualquiera.
