La Basílica de Covadonga acogerá el 8 de septiembre la tradicional misa para conmemorar el Día de Asturias y, un año más, está marcada por la tensión entre el arzobispo Jesús Sanz y el gobierno socialista del Principado. En concreto, la presencia o ausencia de las máximas autoridades políticas, el presidente Adrián Barbón y la delegada del Gobierno recién llegada , Adriana Lastra . El prelado se ha mostrado muy crítico en sus declaraciones contra las políticas de Barbón, hasta el punto de que el presidente ha asegurado que no va a acudir si su presencia «va a generar discordia». No es nuevo: la anterior delegada del Gobierno, Delia Losa , dejó de acudir a la celebración ante la Santina en 2022 después de las homilías en las que Sanz criticaba al presidente. Su sucesora, Adriana Lastra , ya anunció que se está planteando su presencia ante los «discursos despectivos, de confrontación y profundamente político y ultraderechista» de monseñor Sanz. El arzobispo, máxima autoridad eclesiástica en una diócesis de la relevancia de la de Oviedo, le respondió con un mensaje en X aseverando que no se va a arrugar: «Viene la 'seño' con consignas. Marcando el paso desde su ideología. Atrevida ignorancia que impone temas, censuras, amenazas y agenda. Lecciones quien puede, no quien quiere. Amo demasiado la libertad, esa que se deriva de la Verdad, como para encogerme ante etiquetas sincronizadas». A poco más de una semana para la celebración del Día de Asturias, Lastra sigue sin desvelar si acudirá o no. «Ya se verá», dejó en el aire, después de responder a los periodistas que le cuestionaron sobre el asunto. «Al arzobispo de Oviedo le diré que espero que el día sea recordado a futuro por que sea una fiesta y que no se excluya a nadie», dijo Lastra en un acto junto al presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, y añadió que «ese es el propósito que tengo como delegada del Gobierno y también como católica ». La también vicesecretaria de Acción Política e Institucional de la Federación Socialista Asturiana (FSA) apuntó, no obstante, que «el arzobispo, en el trato personal, es una persona cordial ». «Me gustaría que el día 8 de septiembre fuera recordado por una comunidad abierta, que no excluya a nadie, una comunidad en la que todos nos sentimos representativos. En todo caso, lo que le puedo trasladar es que al arzobispo lo que le voy a decir es eso, que yo lo que espero es que el Día de Asturias sea recordado a futuro, al menos el de este año», deseó al respecto.