Tirando del tópico, Quentin Tarantino es un director de extremos: es odiado o amado. Sus películas y guiones no suelen dejar indiferentes, bien sea 'Pulp Fiction', 'Malditos bastardos' o la no tan elogiada 'Death Proof'. Y en la misma línea van sus declaraciones públicas. Como uno de los grandes 'popes' (contra su voluntad) de la industria cinematográfica, también se ha referido acerca del uso de las armas de fuego en los rodajes. No es casual que sea Tarantino, ya que no hay ninguna de sus películas donde no haya disparos, pero en el contexto en el que ha hablado al respecto sí que son más destacables sus opiniones. Y es que Tarantino no solo defiende el uso de armas reales, sino que es algo obligatorio para dar una experiencia tanto como creador como consumidor al respecto. Pese a que está muy reciente el caso 'Rust' y la muerte de su directora de fotografía, Halyna Hutchins, por un disparo fortuito de Alec Baldwin, Tarantino considera que se deben potenciar los protocolos de seguridad, pero no prohibir las armas. Tarantino no le quita gravedad al asunto, pero sí pone el foco en quién tiene la responsabilidad en esta situación y en qué proporción. Lo ha comentado en el podcast 'Club Random', con el presentador, humorista y 'showman' Bill Maher, donde se ha explayado al respecto. Así, exime prácticamente del todo a Baldwin porque considera que «el armero, la persona que entrega el arma, es responsable en un 90% de todo lo que ocurre con esa arma. Pero el actor es responsable en un 10% ». «¡Es una maldita arma!», remata. En el caso de 'Rust', como en el de 'El cuervo' que acabó con la vida de Brandon Lee, lo que hay que seguir es una serie de pasos muy estrictos y «con la debida diligencia» . «Hay que saber que es algo serio. Así es como un actor puede ejercer bien. Si se siguen unos pasos simples, como asegurarse de que el cañón está limpio, mostrarlo a más personas y comprobar que no hay nada atascado allí. Luego decir algo así como como 'aquí están las balas de fogueo y aquí está el arma.' Ahora está lista para usarse», propone. Una vez seguido este protocolo de seguridad, Tarantino no ve necesidad de usar técnicas de posproducción como el CGI y otros efectos digitales o directamente armas falsas. Es más: considera que 'falsear' los disparos sería comparable a mentir a los espectadores. Y pone un ejemplo muy gráfico. «¿Pondremos erecciones digitales en las películas porno? ¿Quién quiere ver eso?», compara. «Es genial disparar balas de fogueo y ver el fuego naranja, el de verdad, no añadirlo después », señala. Por último, Tarantino recuerda, y más en el caso de su filmografía, que «para la cantidad de armas que disparamos en películas, solo tenemos dos ejemplos de personas que han sido tiroteadas en un set por accidente. Es un récord increíble».
