Ejercer de celestinos no es un misión fácil. La tasa de éxito de Carlos Sober a y el resto del equipo de 'First Dates' es alta, pero aún así, en cada entrega del 'dating show' hay solteros con los que el medidor de compatibilidad no tiene forma de acertar. Es el caso de Álvaro (21), un chico de personalidad arrolladora que ha dado mucho que hablar. Tanto, que algunos espectadores se preguntan si es un personaje o es así en la vida real. Por lo pronto, el joven valenciano lleva alojado en 'First Dates Hotel' desde la segunda semana. Y antes de huésped del establecimiento de Telecinco, intentó encontrar a su media naranja en el restaurante de citas de Cuatro en otras dos ocasione s. Este martes 27 de agosto Álvaro repitió de nuevo como protagonista de una de las citas. Eso sí, en este caso fue su pretendienta quien lo había fichado para que ese encuentro se produjese. «A ver qué chica me ponen, si es cachonda igual que yo, llamativa... que me llame la atención y que choquemos como reyes», manifestaba el chico antes de saber que quién sería su cita. Resulta que la muchacha en cuestión, Marta (28), y Álvaro ya se habían conocido en el restaurante de 'First Dates ' cuando acudieron a conocer a otras personas. Se dieron los teléfonos y surgió algo «breve pero intenso». Fuera del programa se encontraron varias veces, hasta que ella dio carpetazo a la incipiente relación. Él le contó algo «y le mandé a freír espárragos», explicó. Ese algo era que el soltero estaba conociendo a otras chicas a la vez. Sin embargo, transcurrido cierto tiempo, Marta sintió que quedaban cosas pendientes. «Lo que me vuelve loca de él es su manera de ser. Cómo es, cómo te trata, cómo te hace sentir… Soy una persona super celosa a niveles super extremos. Me encantaría volver a reencontrarme con él porque creo que tenemos una conversación pendiente», desvelaba a su llegada al establecimiento. Al reencontrarse con ella, Álvaro se mostraba muy sorprendido, aunque alegre de ver a su 'princesita'. «No me lo esperaba para nada. Ha sido super impactante», comentó al tiempo que mostraba una pulsera que la joven le había regalado. Todo era muy bonito hasta que Marta quiso poner las cartas sobre la mesa y hablar de la ‘ruptura’. «¿Qué tal la de Valencia? ¿Bien?», soltó a bocajarro pidiéndole cuentas. Álvaro se justificó por haber tonteado con varias chicas a la vez alegando ser «muy macho, muy hombretón». «Pues para follar conmigo no lo eres», sentenciaba ella, dejándolo en ‘shock’ y pidiéndole que «no me vendas la moto» intentando echar balones fuera por haber quedado con otras a la vez que estaba conociéndola a ella. El cabreo de Marta , no obstante, duraba el tiempo de la cena. La cita acababa en el jacuzzi, donde mantenían una intensa conversación sobre su futuro. «¿Crees que podemos llegar a algo?», preguntaba ella. Aunque Álvaro prefería fluir y dejar que el tiempo les diese la respuesta, los dos daban el 'sí' a seguir conociéndose.