«Cuando me uní a Tesla en 2013, era una empresa con menos de 1.000 millones en facturación y entregas por debajo de los 3.000 coches al año», afirmaba Sreela Venkataratnam en su post de despedida en Linkedin, «al irme, me voy como vicepresidenta, una facturación de más de 100.000 millones de dólares, una capitalización bursátil que superó el billón durante la pandemia y 1,8 millones de entregas de vehículos». En una respuesta al antiguo director financiero de la marca que popularizó los vehículos 100% eléctricos, Jason Wheeler, Venkataratnam bromeó que trabajar en Tesla «sin duda no es para los débiles de mente». Ella es la cuarta ejecutiva en abandonar la empresa de Elon Musk en los últimos cinco meses. El vicepresidente de Relaciones con Inversores (Martin Viecha), el vicepresidente de Energía y Propulsión (Drew Baglino) y el vicepresidente de Políticas Públicas y Desarrollo de Negocio (Rohan Patel) renunciaron a sus puestos el pasado abril. Ese mismo mes, el propio Musk despidió a la directora de Recarga Eléctrica, Rebecca Tinucci, y al director de Programas de Vehículo, Daniel Ho. Según los analistas de Guidehouse Insights, «que Verkataratnam haya permanecido en la empresa durante 11 años es casi más sorprendente que su renuncia». Aunque no supondrá ningún cambio sustancial en las operaciones del fabricante, Tesla se enfrenta a problemas de percepción pública. En los próximos meses se espera que la marca presente su servicio de robotaxis, y existe cierto escepticismo de su funcionamiento, al basarse en los sistemas ópticos de cámaras y prescindir de los complejos (y caros) lídar que usan sus competidores, como Waymo. Después de la actualización del Model 3, uno de sus modelos más exitosos, los inversores y el público en general esperan que le llegue el mismo tratamiento al Model Y, su modelo más exitoso. Por otra parte, Musk ha estado en el punto de mira desde su compra de Twitter y posterior transformación a X, así como por su creciente apoyo en la campaña presidencial de Donald Trump. Los dos participaron en una entrevista de dos horas en la plataforma virtual, y el candidato a la Casa Blanca señaló que Musk podría ocupar un puesto de asesoría. Elon Musk había sido una figura apreciada por los votantes demócratas concienciados con el medioambiente al representar una manera futurista de transformar el problema de las emisiones del transporte con una energía limpia.
