El tribunal suizo de Winterthour (al noreste del país) condenó, el pasado 15 de agosto, a una madre con una multa de alrededor de mil francos suizos por llevarse a su hija de vacaciones una semana, durante el periodo escolar. La mujer no tenía autorización del colegio, pese a que había solicitado una dispensa que le fue rechazada por múltiples razones. El centro escolar argumentó que debido a esta decisión de la madre, la joven faltó al colegio durante una semana, a principios de 2023, justo en el momento en el que se celebraban los exámenes. La dirección del colegio explicó que el permiso fue rechazado porque la joven ya había faltado a clase durante 36 ocasiones en el plazo de un semestre. Además, según el colegio, las notas de la adolescente no eran lo suficientemente buenas como para ausentarse en periodo de exámenes. La justicia suiza sancionó, en una primera sentencia, a la madre con una multa de 3000 francos suizos (3.183 euros) pero la acusada recurrió y consiguió que esta cantidad fuese rebajada a unos 1000 francos suizos, alrededor de 1.046 euros. Este no es el único caso de este tipo ocurrido en Suiza aunque las sanciones impuestas por la justicia varían y dependen de los cantones. En 2023 los padres de un menor fueron condenados a pagar 1100 francos suizos , cada uno, por prolongar sus vacaciones sin avisar al colegio. En Suiza, los padres están obligados a enviar regularmente a sus hijos a clase.
