Las ideas y opiniones falsas se comparten en todo el mundo, de una persona a otra, así que no es de extrañar que los seres humanos creamos en mitos . Y en el mundo deportivo también los hay. Sin embargo, muchos de ellos pueden afectar a todos y cada uno de los atletas que se esfuerzan por alcanzar la excelencia en su área. ¿Alguna vez te has preguntado si hay algo de verdad en las afirmaciones de que es bueno ir en ayunas a entrenar o que no hay que beber agua durante la relación del ejercicio? El equipo de Entrena Virtual, plataforma online que te ayuda a estar en forma y a que comas mejor, capitaneado por Vikika Costa y Javier Menéndez , hablan sobre qué hay de verdad y qué hay de mentira en todo lo que se dice al respecto. El ayuno es una estrategia más y no hay una respuesta correcta a esta pregunta ya que va a depender tanto de las necesidades personales de cada uno como del tipo de entrenamiento. «Al entrenar en ayunas la fuente de energía principal de la que tu cuerpo obtendrá la energía serán las grasas en lugar de glucógeno; por tanto, lo más recomendable es que estos ejercicios en ayunas sean de intensidad baja», dicen los entrenadores. Si nunca se ha hecho ayuno y se quiere empezar a hacerlo es importante «hacer una fase de adaptación con entrenamientos más suaves». Si se toma la decisión de hacer ayuno y los entrenamientos son de fuerza o de alta intensidad es importante que, en la última comida previa al ayuno, se realice una ingesta suficiente de carbohidratos. «Antes de correr no es recomendable hacer estiramientos estáticos; lo recomendable es hacer un calentamiento de movilidad articular y estiramientos dinámicos para preparar la musculatura para el ejercicio, y continuar con un trabajo de técnica de carrera para terminar la activación previa a correr», comenta Vikiva Costa. Los estiramientos han de realizarse después de entrenar , pero pasados mínimo 10 y 15 minutos para darle tiempo a la musculatura a enfriarse y evitar así lesiones. Hay que diferenciar entre calentamiento y vuelta a la calma. El calentamiento, como su nombre indica, ayuda a ir calentando y preparando la musculatura para el entrenamiento y debe constar de: - Una primera parte de movilidad articular, donde se busca movilizar aquellas articulaciones involucradas en el entreno. - Una segunda parte cuyo objetivo es subir la temperatura corporal y las pulsaciones, podría ser con algo de trabajo cardiovascular (5/10 min de bici) o probando con cargas ligeras aquellos ejercicios que luego trabajarás en la parte principal. - Por último, si el entrenamiento a realizar es con cargas altas, se recomienda hacer series de aproximación de cargas hasta llegar a la carga con la que vas a trabajar. La hidratación es muy importante antes, durante y después del entrenamiento; si el entrenamiento es de larga duración es recomendable añadir electrolitos al agua para evitar deshidratación y lesiones musculares. En verano es más fácil hidratarse debido al calor y por tanto la sensación de sed llegará antes, así que hay que tener cuidado en invierno ya que se nos olvida beber y sigue siendo igual de importante.