Desde mastines esqueléticos hasta grupos de galgos infectados de garrapatas vagan por el Parque Nacional de Doñana. Todo tipo de perros, presuntamente abandonados por dueños sin escrúpulos, que se han adaptado a la vida silvestre aprendiendo a alimentarse de todo tipo de especies naturales en Doñana . La asociación onubense 'El Burrito Feliz' ha alertado sobre el preocupante aumento de canes abandonados en el parque nacional, muchos de ellos en un estado físico deplorable. Animales que normalmente descansan durante el día en arroyos y zonas de bosque tupido, pero que al llegar la noche inician sus recorridos de caza para alimentarse. Se trata de perros asalvajados que desarrollan un depredador cuando actúan en grupo, como son los galgos. El presidente de 'El Burrito Feliz', Luis Bejarano, señala que lo peor es que algunos de estos canes actúan directamente en zonas de vida y reproducción de los linces, lo que supone una tremenda amenaza para las hembras de este felino que se desplazan acompañadas por su cría. Esta organización ecologista ha conseguido, en colaboración con 'Mujeres por Doñana', capturar a grupos de galgos abandonados atrayéndolos con agua fresca. Tras el rescate estos animales han sido puestos a salvo en protectoras de animales de la provincia de Huelva. La solución se encuentra, en opinión de Bejarano, en que los ayuntamientos «se tomen en serio» el control de microchips en los canes . Solo de esta forma, según Bejarano, «se podrá poner fin a la problemática, ya que se evitaría que personas sin escrúpulos sigan abandonando perros en este y en cualquier sitio». Asímismo considera prioritario el control inmediato por parte de los municipios de las razas peligrosas, no solo en cuanto a su identificación por microchip, sino también de cara a comprobar la capacitación real de tenencia de un animal de esas características por parte del dueño, o responsable, y también la tenencia, por parte del mismo, de un seguro de responsabilidad respecto a los daños que pudiera ocasionar su perro. En este sentido, 'El Burrito Feliz' va a solicitar a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva que exija una relación detallada a cada alcalde de los pueblos de entorno de Doñana de los perros sin microchips que existen en cada termino municipal. «De esta forma combatimos la imagen negativa de una Doñana donde sobreviven perros famélicos y acuciados por el hambre y la sed, además de facilitar la supervivencia de reptiles, aves, erizos y –especialmente- la de los linces. Especie que, en un periodo de tiempo relativamente corto, ya ha sufrido seis fallecimientos, documentados por investigadores, por ataque de perros», señala Bejarano. También les resulta preocupante la presencia de furtivos que actúan en la zona ejerciendo un tipo de caza ilegal que consiste en recorrer de madrugada caminos y veredas en vehículos con perros peligrosos, normalmente con dogos argentinos. Según 'El Burrito Feliz', cuando estos individuos alumbran ejemplares de jabalí, sueltan los perros para que agarren a los jabatos y puedan ser terminados a cuchillo, todo ello sin disparar ni un solo tiro con lo cual resulta difícil descubrir su presencia. No es infrecuente que algunos de estos perros peligrosos se desorienten y vaguen por el entorno durante días, lo que podría acabar ocasionando una desgracia para los senderistas y ciclistas que recorren estos entornos de forma habitual, advierten en la organización. La Guardia Civil organiza patrullas nocturnas que han permitido interceptar algunas de estas actividades de caza furtiva. Pero, según Bejarano, «toda esta entrega y eficacia cae en saco roto cuando los mismos furtivos vuelven a reiniciar de inmediato la actividad , sin que esta circunstancia parezca importar gran cosa a los responsables municipales.