Las cremas solares, tan necesarias especialmente en estos meses de verano para nuestra piel, contienen compuestos basados en filtros solares o filtros ultravioleta para bloquear los rayos perjudiciales del sol que contienen sustancias químicas, como la oxibenzona y el octilmetoxicinamato, que se acumulan en los ecosistemas marinos y de agua dulce causando alteraciones en el medio pudiendo llegar a ocasionar trastornos hormonales y reproductivos en las especies que habitan en él, como las barreras de coral. Cada año, 25 000 toneladas de crema solar llegan a los océanos, según afirma la organización medioambiental Green Cross. Por eso cuando Alessandro Mancini llegó con su familia en 2015 a Ibiza y tomó conciencia de esa realidad se puso manos a la obra. «Para ser sincero, sentado en la playa con mi familia nunca me había parado a pensar en cómo las sustancias químicas de los productos de protección solar podían afectar a la calidad del agua. Conocí los protectores solares naturales gracias a mi mujer. Ella es australiana y creció en un país mucho más concienciado sobre los problemas de la piel. Un día, un amigo mío me propuso crear un protector solar natural. Enseguida me embarqué en este proyecto y, a través de algunas investigaciones básicas, me di cuenta rápidamente de que los productos sin productos químicos serían beneficiosos no sólo para la piel, sino también para el mar en el que me encanta nadar», explica Alessandro para quien «Sol de Ibiza no es sólo otra marca de protección solar, es un movimiento hacia un futuro más sostenible. Como marca europea líder en protectores solares minerales orgánicos certificados, creemos que la protección de la piel no debe hacerse a expensas del medio ambiente. Por eso utilizamos ingredientes naturales, ecológicos y libres de crueldad en nuestros productos. También utilizamos envases sin plástico y de residuo cero, para que todo el mundo pueda disfrutar de su tiempo al sol sabiendo que está haciendo su parte por el planeta». Protectores solares ecológicos a base de óxido de zinc como filtro físico mineral protector contra los rayos UVA y UVB y que, al prescindir de dióxido de titanio, nanopartículas y microplásticos, protege la piel y cuida el medio ambiente. Resistente al agua no deja residuos en el medio marino pero, además, señala que «el agua es tan importante como el sol y somos muy conscientes de la escasez de agua en su casa de Ibiza y en todo el mundo. Por eso nuestros protectores solares no necesitan agua, así que simplemente no la utilizamos. Preferimos que fluya en ríos y arroyo, además, un protector solar sin agua significa que no lleva conservantes y tiene una mayor concentración de ingredientes activos. Es mejor para tu salud y para todo el planeta".
