La antigua estación de ferrocarril de Cabra ha vuelto a abrir sus puertas al público en la antesala del verano, ahora reconvertida en albergue turístico con su correspondiente restaurante que gestiona la empresaria hostelera Genoveva Patiño Benavides . Con una amplia experiencia en el sector de la hostelería, la empresaria ha querido darle un toque particular a unas instalaciones recién reformadas en los muros de un antiguo edificio que atesora casi siglo y medio de historia , en el que han quedado para el recuerdo numerosos momentos y anécdotas que hoy forman parte de la memoria colectiva de la sociedad egabrense. Por ello, la empresaria ha querido aprovechar la oportunidad que le brinda la licitación de las dependencias para crear un punto de encuentro de distintas generaciones, de personas que acuden a un enclave singular en el que se abrazan el turismo de interior, el deporte y también la peregrinación ya que hay que recordar que este lugar forma parte del camino Mozárabe de Santiago y de hecho, cada vez hay más peregrinos que lo recorren. Así, el nuevo restaurante denominado El Tren combina perfectamente la modernidad del interior de sus instalaciones con el aspecto que ha caracterizado a las infraestructuras ferroviarias de finales del siglo XIX. En esa mezcla de épocas, la empresaria ha querido innovar en todo tipo de detalles, desde los que definen la decoración interior del restaurante hasta la carta que ofrece al público una serie de tapas que se caracterizan por la fusión de sabores y productos. Los desayunos son uno de los puntos fuertes de un negocio que cuenta con la cercanía del Aula Comarcal de la UNED, el instituto Cegam, las aulas de la Escuela-Taller, el IES Dionisio Alcalá Galiano e incluso las instalaciones universitarias de Fisidec. Pero si algo define al lugar es su privilegiado entorno junto a la Vía Verde del Aceite, que desde su creación es cada vez más frecuentada por ciclistas, senderistas, caballistas y público en general, aparte de los ya mencionados peregrinos. Según comentaba Patiño a ABC, el modelo de negocio que emprende se basa en ofrecer a los clientes una carta confeccionada con « platos tradicionales , elaborados con productos autóctonos que son a su vez adquiridos en comercios locales». Además, se ha incorporado el modelo de tapas y raciones , con abundancia en los platos y precios asequibles. El restaurante cuenta con una amplia terraza en el antiguo andén de la estación en la que se vienen ofreciendo a los clientes actuaciones musicales en algunas veladas del presente verano. No puede faltar el tren como temática tanto en el exterior con los antiguos modelos que se han conservado como en el interior, donde una maqueta es usada para transportar las consumiciones por una barra hasta los clientes. Asimismo, y en lo que respecta al servicio de albergue , los precios hasta final de año son bastante económicos ya que un huésped podrá alojarse por tan sólo 12 euros por persona y noche . Además, los huéspedes pueden hacer uso del servicio de lavandería por 4 euros por lavado y secado. Cabe indicar que las dependencias del albergue cuentan con un total de 22 plazas, distribuidas en tres habitaciones que cuentan con 8 literas la más grande y otras dos con 6 literas cada una. Además el albergue, situado en la planta superior de la antigua estación, dispone de office, amplio pasillo, terraza y dos baños con ducha. Cuenta también con wifi en todo el recinto y dispone de servicio de aparcamiento de bicicletas en el interior. Respecto a la decoración del albergue, se han utilizado paneles informativos del antiguo Centro de Interpretación del Tren del Aceite, así como un antiguo mueble que fue usado para las taquillas de billetes, y otros elementos de uso ferroviario.
