Si algún aficionado del Barça aún pensaba que Nico Williams puede ser jugador azulgrana esta temporada, ayer se terminó de quitar la venda de los ojos. Ni su club tiene dinero para comprarle, ni tampoco para inscribirle (que se lo digan a Dani Olmo, que volvió a ver el encuentro desde la grada por segunda jornada consecutiva) ni los pitos que le dedicó Montjuic al jugador navarro van a ayudar a que el futbolista se vuelva loco y pida al Athletic irse en la última semana del mercado. Fue el propio presidente del Athletic, Jon Uriarte, el que de un modo elegante criticó a la entidad culé por sus formas a la hora de intentar contratar al atacante rojiblanco: «Nico ha tomado otra dimensión dado su papel con nosotros y luego en la Eurocopa . Es normal que esté en el ojo del huracán, pero durante el verano han sucedido cosas que no nos han gustado. Cómo se han tratado ciertas cosas, dando por hecho cosas que no iban a suceder, o incluso minusvalorando a un club como el Athletic. Hay que fichar con respeto». Nico, tras su suplencia en el primer partido contra el Leganés , sí fue titular ayer ante el Barça y jugó los noventa minutos, pero es evidente que aún está lejos de su mejor nivel. Eso no quiere decir que hiciera un mal partido, ni mucho menos. Desbordó por su banda y generó ciertos momentos de zozobra, pero no fue suficiente para que su equipo sumara algún punto en Montjuic. Sus mejores minutos los ofreció en la primera mitad, cuando aún el depósito de gasolina estaba lleno y las piernas le respondían. En el minuto 20, un gran pase al espacio de cuarenta metros de Berenguer generó un uno contra uno de Nico frente a Cubarsí que no acabó en la red gracias a Koundé, que interceptó con su cuerpo el disparo. El hermano menor de los Williams compartió confidencias con su 'bro' Lamine justo antes del inicio del partido, ambos con sus respectivas manos en la boca, algo que repitió tras el 1-0, anotado por el propio Lamal en una conducción en la que Nico dejó de perseguirle y le facilitó el disparo: «He visto que me perseguía Nico y sé que no es muy bueno en defensa...» El Athletic reaccionó bien al gol subido a la moto del navarro, que un minuto después del gol realizó un centro chut al que a punto estuvo de llegar Berenguer en el segundo palo. La moneda salió cara en el penalti de Cubarsí a Berenguer, en el que Nico participó con un pase de tacón. Fue su mejor acción y la última. En la segunda parte, un disparo desviado y nada más. Se fue de Montjuic vacío y con pitos.
