Las cárceles suelen ser vistas como lugares inhóspitos, marcados por la violencia y la privación de libertad. Para la mayoría, representan un castigo severo, un entorno donde la dignidad humana se pone a prueba constantemente. Sin embargo, en ciertos casos, la vida fuera de prisión puede ser tan dura que el encarcelamiento se convierte en un alivio. Esto es precisamente lo que le ocurrió a Cloti, una exconvicta que recientemente ha sido entrevistada por el creador de contenido Kiko Martín en el podcast 'Un Propósito', donde ha hablado sobre su vida en la calle, las drogas y su experiencia en la calle. «La cárcel me salvó la vida». Así resume Cloti una vida anterior a los barrotes no deseada por nadie. «Caí, para mi desgracia, en el tema de las adicciones. Lo perdí todo, a mis amigos, mi familia, mi casa...« , explica la exconvicta, emocionada, que recuerda que durante casi tres décadas no le quedó otra que prostituirse o trabajar con camellos para ganar algo de dinero. «Al principio nunca fui a la cárcel porque no le hacía daño a nadie. Si a alguien he hecho daño es a mi misma», explica su calvario, Cloti, que asegura que cuando por fin acabó entre rejas la vida le cambió drásticamente: «Un par de años más en la calle probablemente me hubieran costado la vida». «Yo en la cárcel he sido mucho más libre que en la calle« , comenta Cloti, que asegura que allí fue donde se recuperó como persona y mujer: «No se olvidan las humillaciones ni las agresiones, yo me he visto tan mal, que no le pido a la vida más que lo que tengo».
