El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente . El 80% de la población sexualmente activa la contraerá en algún momento de su vida. Se trata de un virus generalmente asintomático, aunque puede manifestarse en forma de verrugas en la zona genital externa. En la mayoría de los casos remite sin dejar ningún tipo de secuelas, pero en torno a un 10-20% de las ocasiones la infección persiste a lo largo del tiempo, lo que puede dar lugar a la aparición de lesiones y cáncer . La vacunación de niñas y niños es un pilar fundamental para la prevención. El VPH está detrás del 95% de los casos de cáncer de cuello uterino. En los últimos años se ha podido demostrar además la relación de este virus con otros tipos de tumores, tanto en el área anogenital de hombres y mujeres (vulva, pene, vagina, ano) como en otras localizaciones (cánceres de cabeza y cuello). Sin embargo, todavía se desconoce el conjunto completo de posibles efectos del VPH en hombres y niños. «Aquí demostramos que la infección genital por VPH es muy frecuente en los hombres, con efectos variables en la inflamación del semen y la calidad del esperma según el genotipo viral infectante. En concreto, las infecciones causadas por genotipos de VPH de alto riesgo parecen tener efectos más negativos sobre la fertilidad masculina y la capacidad del sistema inmunitario para eliminar la infección«, señala la doctora Virginia Rivero, profesora de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina, y autora principal de un nuevo estudio publicado en 'Frontiers in Cellular and Infection Microbiology'. Se han identificado más de 200 genotipos diferentes de VPH , que se clasifican generalmente en genotipos de alto riesgo (VPH-AR) y de bajo riesgo (VPH-LR). El VPH-AR se puede detectar en aproximadamente el 100% de los cánceres de cuello uterino en mujeres y en un alto porcentaje de cánceres de ano, genitales y de boca y garganta en mujeres y hombres. El VPH-LR se detecta típicamente en células cervicales anormales pero benignas en mujeres y en verrugas en la superficie de la laringe y los genitales en ambos sexos, pero sin causar cáncer. Rivero y sus colegas estudiaron los efectos del VPH en una muestra representativa de la población masculina de Argentina: 205 voluntarios varones adultos que asistieron a una única clínica de urología y andrología para una evaluación inicial de fertilidad o problemas del tracto urinario entre 2018 y 2021. Ninguno había sido vacunado contra el VPH. Los voluntarios donaron una muestra de su eyaculación y se determinó mediante PCR la presencia o ausencia de VPH y otras infecciones de transmisión sexual. Entre los 205 individuos analizados, el 19% dio positivo en la prueba del VPH . En concreto, 20 hombres fueron clasificados como positivos para VPH-AR, mientras que 7 fueron identificados como positivos para VPH-LR. Estos individuos VPH positivos se compararon con 43 hombres a los que no se les detectó ninguna infección. Otros 12 hombres resultaron ser positivos para VPH, pero no se pudo determinar su genotipo debido a la baja carga viral. La mayoría de los hombres con VPH estaban infectados con un solo genotipo, pero tres hombres portaban dos genotipos simultáneamente. En primer lugar, los investigadores analizaron las muestras de semen con una batería de métodos de análisis de rutina, tal como recomienda la OMS. Siguiendo estos criterios, no encontraron evidencia de una diferencia en la calidad del semen entre los tres grupos. Sin embargo, esta aparente fertilidad normal en hombres infectados por VPH resultó estar lejos de la realidad completa. Cuando Rivero y sus colegas examinaron las muestras con métodos más específicos y de alta resolución, se sorprendieron al descubrir que los hombres con VPH-AR tenían recuentos significativamente más bajos de glóbulos blancos CD45+ (leucocitos) en su semen. También encontraron evidencia de que los espermatozoides de hombres con VPH-AR pueden sufrir daños frecuentes por estrés oxidativo , a juzgar por su elevada producción de especies reactivas de oxígeno (ROS). Si bien los niveles bajos de ROS son un producto del funcionamiento normal de los espermatozoides, los niveles elevados pueden provocar la ruptura de la membrana celular, roturas del ADN y muerte celular descontrolada y no programada. De hecho, los investigadores demostraron que los hombres con VPH-AR tenían un mayor porcentaje de espermatozoides muertos . «Concluimos que los hombres infectados con VPH-AR, pero no los hombres infectados con VPH-LR, muestran una mayor muerte de espermatozoides debido al estrés oxidativo y una respuesta inmune local debilitada en el tracto urogenital. Estos resultados sugieren que los hombres con VPH-AR podrían tener una fertilidad deteriorada», afirma Rivero. Rivero y su equipo explicaron que el menor recuento de células inmunes observado en el semen de hombres con VPH-AR es debido a la capacidad conocida del virus de evadir una respuesta inmune. Esto conduciría a un menor movimiento de leucocitos al sitio de infección por VPH y a una menor capacidad de éstos para eliminar esta infección. «Nuestro estudio plantea importantes preguntas sobre cómo el VPH-AR afecta a la calidad del ADN del esperma y qué implicaciones tiene para la reproducción y la salud de la descendencia. Es importante comprender los mecanismos biológicos que subyacen a estos efectos. Y, dado que las coinfecciones de transmisión sexual son bastante comunes, planeamos explorar si tener la infección por VPH junto con otras ITS influye en estos resultados«, concluye Rivero.