Cuando Pedro Sánchez dijo aquello de hacer de la necesidad virtud omitió explicar de quién era la necesidad. Ahora María Jesús Montero justifica los privilegios fiscales para Cataluña, sin concretar aún cómo se van a plasmar, en otra supuesta obligación de «satisfacer la demanda de autogobierno». Obligada, ella sí, a romperse la cintura para justificar su rotunda negación anterior de lo que su partido ha acabado firmando, aplica el manual sanchista de echarle cara al asunto y al tiempo retar al adversario. Al menos el presidente admitió que «cambiaba de opinión» para suavizar la evidencia de sus continuos engaños. Su discípula y brazo derecho, sin embargo, todavía tiene dificultades para acoplarse a los volantazos y por el momento se agarra...
Ver Más