El gobierno australiano ha aprobado este miércoles un plan para construir una planta solar y de baterías que ha sido calificada como «el recinto solar más grande del mundo». Las autoridades anunciaron los avales ambientales para el proyecto de la firma SunCable valorado en 24.000 millones de dólares en el remoto norte australiano . La ministra del Medioambiente, Tanya Plibersek, explicó que la instalación generará suficiente energía para abastecer tres millones de hogares y eventualmente contará con un cable de conexión a Singapur para vender electricidad a esa ciudad-Estado. «Será el mayor recinto de energía solar en el mundo y alzará a Australia como el líder mundial en energía verde «, afirmó Plibersek. El recinto proyectado de 12.000 hectáreas se encuentra en la soleada región de Territorio del Norte y está respaldado por el magnate australiano de la tecnología y activista ecologista Mike Cannon-Brookes. La central tendrá una capacidad instalada de cuatro gigavatios por hora destinados al uso doméstico y otros dos para su venta a Singapur. Contará con baterías que permitirán almacenar alrededor de 40 gigavatios. El director gerente de SunCable para Australia, Cameron Garnsworthy, dijo que la aprobación es « un hito en la trayectoria del proyecto «. No obstante, el proyecto necesita todavía otras autorizaciones, como el de la autoridad del mercado energético de Singapur, del gobierno de Indonesia y de las comunidades indígenas australianas. «SunCable se enfocará ahora en la próxima etapa de planificación para avanzar el proyecto hacia una decisión final de inversión prevista para 2027 «, indicó Garnsworthy. Australia es actualmente uno de los principales exportadores de gas y carbón y sus últimos gobiernos no habían mostrado un gran entusiasmo por la transición hacia fuentes de energía renovable. Sin embargo, la conciencia ecológica ha crecido en este país que ha sufrido los efectos severos del cambio climático con olas de intenso calor, enormes incendios e inundaciones. En 2022, las energías renovables generaron un 32% de la electricidad de Australia, lejos del 47% del carbón, según los últimos datos del gobierno.