Los Juegos Olímpicos de París 2024 están regalando alguna que otra a alegría a España... pero muchas decepciones. Es una realidad que la expectativa inicial con respecto a las medallas se ha dado un buen encontronazo con la realidad según ha ido avanzando la cita deportiva más importante del planeta. En el momento de la redacción de esta información, España acaba de perder el bronce en fútbol femenino , va perdiendo en semifinales de balonmano masculino ante Alemania y centra sus esperanzas en el posible oro en fútbol, waterpolo y lo que logren Jordan Díaz en salto y Ayoub en boxeo . Pero el medallero no miente: 13 medallas a dos días de finalizar los Juegos, que van a ser 15 seguras, con suerte 18. Y sí, una medalla olímpica es un hito muy difícil de conseguir, al que los deportistas consagran su vida y quedarse cerca de ello no es un fracaso. Sin embargo, hay en algunos sectores de los medios de comunicación un exceso de entusiasmo ante la derrota, una alegría desbordada pese a los resultados negativos en la que no cabe la autocrítica. España podría superar ahora mismo las 40 medallas si sumamos los diplomas olímpicos, y se habría dado un buen salto en el medallero sólo con que la casi decena de cuartos puestos se hubieran convertido en bronce. Hay que tener los pies en el suelo y no dejarse llevar por las expectativas: no se puede valorar igual que Quique Llopis logre un puestazo -cuarto- en la final de 110m vallas que la selección femenina de balonmano no gane ni un solo partido. En el primer caso hay que aplaudir. En el segundo, más bien no. Sin embargo, esas estrepitosas caidas no han frenado para algunos la euforia. Algo que no ha pasado desapercibido para una histórica periodista deportiva española: María Escario . La que fuera durante muchos años voz de los deportes en RTVE junto a otras míticas como Paloma del Río, se ha pronunciado sobre ese ánimo sin autocrítica que ella considera que no debe ser «el papel del periodismo». «Me pone enferma el paternalismo baboso empleado con los deportistas que no han conquistado medalla o alcanzado su objetivo. No es el papel del periodismo », ha escrito la ahora periodista jubilada en su cuenta de X. Entre las decenas de comentarios, muchos le dan la razón y otros critican su dureza, destacando que, efectivamente, estar en los Juegos es fruto ya de un duro trabajo . En el término medio está la clave y, sobre todo, en la crítica que, cuando toca, debe ejercer el periodismo.
