Madre, peluquera y amante de la repostería. Así era Perla Virginia Báez Garay, la mujer que ha provocado que la Fiscalía General de Estambul inicie una investigación por «homicidio imprudente» al cirujano de un hospital privado de la ciudad. Báez, de 42 años y originaria de Ciudad del Este (Paraguay) pese a que vivía en Collado Villalba (Madrid), murió el pasado 3 de agosto —según ha podido confirmar ABC— tras someterse a varias cirugías estéticas. Aparentemente todo salió bien en la intervención de Báez. Sin embargo, al día siguiente, comenzó a presentar dificultades respiratorias. Rápidamente fue trasladada a una unidad de cuidados intensivo, donde falleció a las pocas tras muchos intentos por parte del personal sanitario de salvar su vida. El Ministerio de Exteriores español confirmó el fallecimiento de la ciudadana española y aseguró que «el Consulado General en Estambul está al tanto del suceso y prestando al entorno de la afectada la asistencia consular requerida». El cuerpo de la mujer se ha trasladado al Instituto de Medicina Legal donde se le ha realizado la autopsia para determinar la causa de la muerte. El cadáver de Báez ya ha sido entregado a sus familiares y a los funcionarios responsables del consulado español para su repatriación a España, según informan medios turcos. En sus redes sociales , varios amigos y familiares han expresado su pésame y el «shock» que sienten al perder a una persona tan joven tan pronto. «Cuesta aceptar que ya no estás hermana querida», lamentaba una amiga de Báez en una publicación de Facebook. Deja atrás a dos niños pequeños, de 8 y 12 años respectivamente. Ahora, la prensa turca informa que la Fiscalía General de Estambul ha iniciado una investigación para esclarecer la muerte de Báez. En primera instancia, y por un presunto delito de «homicidio por negligencia», la policía turca detuvo al médico responsable de la operación, aunque ya ha sido puesto en libertad con cargos mientras continúa la investigación. Varios medios turcos han compartido a través de X las últimas imágenes de Báez, entrando a quirófano tras presentar las dificultades respiratorios después de la operación Turquía se ha consolidado en los últimos años como un destino popular de turismo sanitario . Su capacidad de atracción a pacientes de todo el mundo reside en su amplia oferta de tratamientos, pero sobre todo en los precios que llegan a ser hasta tres veces más baratos en algunos procedimientos. Los españoles ya no van solo a ponerse implantes de pelo, también a realizarse tratamientos dentales, de fecundación 'in vitro', de reducción de estómago para adelgazar, liposucciones o aumentos mamario o de glúteos. En el país, el Ministerio de Sanidad otorga certificados de licencia para el 'Turismo Sanitario' y muchos hospitales públicos, además de los privados, cuentan con una unidad de cirugía estéticas. La muerte de esta paciente española no es la primera. Hace dos años murió una joven sevillana en un quirófano turco tras someterse a una cirugía bariátrica para adelgazar. El año pasado se denunció también la intoxicación de 250 pacientes, la mayoría extranjeros, que se habían inyectado bótox en el estómago para intentar perder peso.