Los arrecifes de coral son ecosistemas vitales. Son las cunas de la vida marina y nutren una cuarta parte de las especies oceánicas en algún momento de su existencia. Y, de ellos, la Gran Barrera de Coral australiana es la reina: con 2.300 kilómetros de largo, casi 350.000 kilómetros cuadrados, está compuesta por miles de arrecifes y cientos de islas compuestas por más de 600 tipos de corales que son el hogar de innumerables especies de peces, moluscos, estrellas de mar, tortugas, delfines o tiburones. Pero este ecosistema se enfrenta actualmente a «daños catastróficos», señala un estudio publicado este miércoles en ' Nature '. De hecho, los autores señalan que los datos indican que nunca ha sufrido un episodio de calentamiento tan brutal en 400 años y los cambios empiezan a ser más que evidentes. Los corales empezaron a dar muestras de que algo estaba pasando cuando sus vistosos colores empezaron a desaparecer en la década de los 80, un fenómeno inaudito hasta entonces que fue bautizado como blanqueamiento. Este proceso ocurre cuando los corales se someten a un estrés tal que expulsan a las algas que viven en sus tejidos, exponiendo el esqueleto blanco, que queda expuesto. La buena noticia es que este proceso no es irreversible: los corales pueden recuperarse si el factor desencadenante del estrés desaparece durante un periodo largo. Pero aquí viene la mala noticia: el pasado mes de abril la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) denunció que el mundo se encontraba sumido en un evento global de blanqueamiento de corales , la segunda vez que ocurría en diez años. Y ahora este nuevo estudio revela que el actual episodio de calentamiento de la Gran Barrera de Coral no se ha visto en los últimos cuatro siglos. La investigación reconstruye 400 años de temperaturas superficiales marinas durante el verano en el Mar de Coral. Encabezados por Benjamin Henley, miembro honorario de la Universidad de Wollongong (UOW) y profesor de la Universidad de Melbourne, el equipo combinó reconstrucciones con datos geoquímicos de núcleos de coral previamente recolectados en la región. También analizó simulaciones de modelos climáticos de las temperaturas de la superficie del mar realizadas con y sin cambio climático, y descubrieron quela acción del hombre es la culpable del aumento de las temperaturas en la zona. Los recientes episodios de blanqueamiento masivo coinciden con cinco de los seis años más cálidos de los registros en 400 años. En los años 2024, 2017 y 2020, el Mar de Coral alcanzó las máximas temperaturas de los últimos cuatro siglos, siendo este año el más cálido registrado por un amplio margen. 2004, 2016 y 2022 fueron los siguientes en el ranking. «Cuando tracé el punto de datos de 2024, tuve que verificar tres veces mis cálculos: estaba fuera de serie, muy por encima del récord anterior de 2017. Casi no podía creerlo. Trágicamente, se ha producido un blanqueamiento masivo de corales una vez más este año», señala Henley. «A falta de una acción global rápida, coordinada y ambiciosa para combatir el cambio climático, probablemente seremos testigos de la desaparición de una de las maravillas naturales más espectaculares de la Tierra«, indica. Por su parte, Helen McGregor, del programa Environmental Futures de la UOW y segunda autora del estudio, señala que se necesitan acciones urgentes para prevenir la devastación de uno de los ecosistemas más importantes del mundo. «No hay un 'tal vez': las temperaturas del océano durante estos eventos de blanqueamiento no tienen precedentes en los últimos cuatro siglos. La Gran Barrera de Coral se enfrenta a una catástrofe si no se aborda de inmediato el cambio climático antropogénico. Los mismos corales que han vivido durante cientos de años y que nos proporcionaron los datos para nuestro estudio están en grave peligro«.