Carolina Marín protagonizó el domingo uno de los momentos más desgarradores no sólo de los Juegos Olímpicos de París , sino de la historia del deporte español. La española tenía encarriladas las semifinales de bádminton pero, a falta de apenas diez puntos para sellar su pase a la final, su rodilla derecha volvió a ceder: no pudo continuar. Sus lágrimas fueron las de todo un país, desgarrado al ver cómo la campeona en Río 2016 , que había vuelto tras perderse Tokio por la misma lesión, no podía cumplir de nuevo su sueño. Tras unos días de silencio en redes sociales para recuperarse de tamaño golpe, la onubense ha reaparecido con un mensaje muy difícil en el que, además de agradecer el cariño y reflexionar sobre lo ocurrido, abre la puerta a continuar con su carrera como una de las jugadoras de bádmiton más importantes de la historia. «El domingo sufrí uno de los momentos más difíciles de mi vida. Han pasado unos días pero necesitaré más tiempo para asimilarlo bien. Supongo que la vida nos pone en situaciones que no queremos vivir y que nadie merece, pero debemos asumirlo y llevarlo de la mejor manera posible», comienza diciendo en su carta. «Nunca había recibido tanto cariño, está siendo inabarcable. Pero seguro que me dejáis destacar a una persona: animé a He Bingjiao a disputar un buen partido en la final, porque la deportividad estaba por encima de todo. Pero el momento en el podium es uno de los gestos más bonitos que han tenido hacia mí jamás y siempre le estaré increíblemente agradecida», escribe Marín, agradeciendo a su rival el gesto que tuvo con ella durante la ceremonia de premiación en la que recibió la plata y en la que mostró en todo momento el emblema del Comite Olímpico Español en homenaje a Carolina. A modo de reflexión vital, aborda su lesión como un reto más del camino: «No me gustaría acabar sin recordar que a veces usamos el deporte como ejemplo para la vida. Y el domingo también fue así: si trabajas duro y te esfuerzas más que nadie en cumplir tus sueños, estos se pueden hacer realidad . Pero no siempre ocurre. Yo sí cumplí los sueños de la niña que salió de Huelva hace mucho tiempo, pero tenía otros por cumplir. No pasa nada, la vida sigue y yo seguiré buscando mis sueños». Y, por último, deja entrever que, quizá, su carrera no ha terminado pese al duro golpe: «Ahora empieza otro camino, pero que ya conozco...», concluye la tres veces campeona mundial , que sabe bien lo que es regresar a la pista tras una grave lesión.
