El portavoz económico de Sumar en el Congreso Carlos Martín Urriza se desliga por completo de la postura del grupo parlamentario, que tildó que «salto cualitativo» (en palabras de la vicepresidenta Yolanda Díaz) el concierto económico pactado entre PSC y ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa en Cataluña, y se posiciona en contra del cupo por «poner en riesgo» tanto la autonomía fiscal de la Administración General del Estado como la redistribución de recursos entre comunidades autónomas. Urriza carga así contra el acuerdo entre socialistas y republicanos que, además, permitirá beneficiarse a los comunes -integrados dentro de Sumar-, ya que también formarán parte del tercer Gobierno tripartito de izquierdas de la historia de la Generalitat. El diputado magenta, que arremete contra el cupo en una tribuna publicada este martes en 'elDiario.es', echa en cara además, que el pacto sea «el primer paso serio en la demolición del sistema actual», un modelo federal «imperfecto» que, obstante, «ha proporcionado, no obstante, un elevado nivel de autogobierno» a los territorios. A juicio de Urriza, «que haya una caja común de impuestos, incluso con independencia de quién los recaude, no es una cuestión baladí «. Por ello, dice, el »camino correcto« es »otro« y consiste en abordar una reforma fiscal que contribuya, además, »aresolver los problemas acumulados por el régimen general y foral« de País Vasco y Navarra para resolver los problemas acumulados de »todas« las regiones. En su lugar, opina, Esquerra y los socialistas vascos han suscrito un acuerdo -de cuya justicia y equidad « sólo sabemos generalidades y buenas palabras como ha anunciado ERC y ratifica el texto«- que conduce a un sistema »menos redistributivo de la renta y la riqueza« y a una deuda pública estatal »menos sostenible«. También se ha pronunciado al respecto en redes sociales. El apartado de la financiación del acuerdo de investidura de Illa-recordemos, que también suscriben los comunes (Sumar) - amenaza, « como ya lo hacen el régimen foral o el paraíso fiscal de Madrid«, la redistribución y la autonomía fiscal del Estado, insiste Urriza una segunda vez. Algo que, a su vez, afecta »sostenibilidad y coste de la deuda pública y a la capacidad del Estado para enfrentar los grandes retos que enfrentamos, como el envejecimiento de la población«. Por otro lado, arguye, el concierto catalán «ahonda en las estrategia de fragmentar y enfrentar a la clase trabajadora por territorios» a la vez que «orilla las soluciones generales a los problemas comunes de infrafinanciación de los servicios públicos en favor de arreglos singulares». Y aún así, recrimina a su socio de Gobierno, «el PSOE no quiere hacer una profunda reforma fiscal que termine con la deserción fiscal de los ricos y las grandes corporaciones, y proporcione los recursos necesarios para mantener la calidad de los servicios públicos«. En su lugar, denuncia Urriza, los de Pedro Sánchez » prefieren ahonda en la deserción de los territorios« .