En apariencia era un gimnasio, pero allí no iba nadie para cultivar el culto al cuerpo sino para sembrar, criar y ver crecer plantas de cannabis. Estaba en la localidad de Maracena , contigua a Granada, y el invernadero clandestino ha sido desarticulado en una operación conjunta de Policía Nacional y Guardia Civil. Más llamativo que el resultado de la operación -117 plantas y poco menos de seis kilos de cogollos de marihuana, una cifra que palidece frente a otras incautaciones en la provincia granadina- es el hecho de que el local tuviera una apariencia legal y un uso en principio orientado a la vida sana y saludable. Sin embargo, agentes de ambos cuerpos policiales había obtenido información que les alertó de que allí dentro lo que en realidad había era una plantación de marihuana, así que iniciaron una investigación de forma coordinada . Además, para completarla, contactaron con técnicos de la compañía suministradora de electricidad porque todos los informes obtenidos apuntaban a que en dicho local también se estaba produciendo defraudación de fluido eléctrico. Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional de Granada, en coordinación con el Área de Investigación de la Guardia Civil de Maracena, procedieron al registro del establecimiento y localizaron en la parte trasera dos habitáculos. En uno había un centro de producción con 117 plantas de cannabis sativa ya floridas y en la otra estancia, preparada para el secado de las plantas, hallaron casi seis kilos de cogollos de marihuana preparados para la venta. Los técnicos de la compañía suministradora de electricidad constataron asimismo, que había un enganche directo a la red eléctrica, y procedieron a su desconexión. Los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han investigado a dos personas, dos varones de 52 y 62 años , como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas y otro delito de defraudación de fluido eléctrico.
