La imagen muestra el reflejo del alma de una persona , como esta instantánea de una devota que toca la mano de la Virgen de los Reyes. Esa unión durante unos segundos sirven para agrandar la fe de tantas miles de personas que le profesan devoción, de esas millones de personas que le han rendido culto en sus casi ocho siglos de existencia. Es, la Virgen de los Reyes, un estandarte, un icono, un emblema, una imagen que une a toda Sevilla y su provincia, Es el regalo que San Fernando dejó para una ciudad que tiene el título de mariana por su patrona. El 4 de agosto es la fecha marcada para el inicio de sus cultos cada año. De ahí hasta el 22 de agosto de manera consecutiva miles de personas irán a verla, a pedirle, a darle las gracias. No importa la fecha, ser un día con unas temperaturas muy altas, tener que esperar casi hora y media para poder besar su manos en una fila que alcanzó el colegio de San Isidoro. Es la muestra de Sevilla un año más a su patrona, y esto solo acaba de comenzar. Todo parece tan medido, estudiado y al final es la naturalidad de las personas lo que hacen posible la grandeza de una devoción diferente a todas, con un estilo, sello y personalidad muy marcada. Es muy emocionante como los impedidos acuden en masa con lágrimas en sus ojos a pedirle, de como la miran, la besan o la tocan, necesitan tenerla con la mirada perdida frente a frente, es lo que les reconforta la fe . Otros piden pasar cualquier objeto para que ayude a un familiar porque está pasando por malos momentos de salud. Hay quien toma una imagen para enviarla al que no puede estar, hay quien le ofrece flores o hay quien va a darle las gracias. Esto no sucede solo en agosto, la Virgen recibe miles de plegarias día a día. Tal es así que, hubo una joven invidente , acompañada por los hermanos de la asociación, que necesitaba verla a través del tacto. Una vez ocurrido el momento rompió a llorar, no pudo sostener la emoción y se marchó por donde vino con una sonrisa como la de la Virgen. Afortunadamente, a pesar de los pesares, la fe sigue muy presente en la vida. Familias enteras acuden a besarla , un simple acto que es lo que engrandece la devoción de la Virgen de los Reyes, transmitida desde niño de generación en generación, porque a pesar de ser el mes por antonomasia de las vacaciones, todo va el mundo va al encuentro de la patrona. Estas líneas son una simple referencia del símbolo religioso tan grande que ha sido, es y será para Sevilla. Por eso y muchas cosas más, todos la tienen en alguna parte para verla en cualquier momento, pero agosto sirve para renovar, para acabar y comenzar un nuevo año en el calendario de los sevillanos.
