Veronica Fraley tiene 24 años y es deportista de élite en el equipo olímpico de atletismo de los Estados Unidos. El año pasado se proclamó campeona nacional universitaria en lanzamiento de disco, y hace poco más de un mes se ganó su plaza para los Juegos tras acabar tercera en los durísimos trials celebrados en Hayward Field, superada por la campeona olímpica Valarie Allman y por la también lanzadora de peso Jayden Ulrich. Tiene, además, la sexta mejor marca mundial del año. Pese a todo ello, llegó a París sin poder pagar el alquiler de su casa. Fue ella misma quien denunció la situación a través de las redes sociales. «Compito en los Juegos Olímpicos mañana y ni siquiera puedo pagar mi renta», escribió en la red social X el jueves. «Mi Universidad solo me envió el 75 % del coste, mientras que a los jugadores de fútbol americano, que no han ganado nada, les dan lo suficiente para comprarse nuevos coches y casas». Fraley está a punto de terminar su segundo grado en la Universidad de Vanderbilt, ubicada en la localidad de Nashville. Estudió Comunicación Deportiva antes de empezar una carrera en Desarrollo Humano, y la propia Universidad detalla en su página web los logros académicos de la atleta. Lógicamente, Fraley está becada. Cuenta con todas las facilidades para poder entrenar y progresar en su carrera deportiva mientras continúa sus estudios. Sin embargo, la cifra que le proporcionan, según denuncia, no le llega para cubrir el alquiler del apartamento donde vive. Tras la queja, Fraley abrió una cuenta en una página de crowdfunding para recaudar dinero. Fue solo el primer paso del cúmulo de acontecimientos que solucionaron de golpe todos sus problemas financieros. Pocas horas después recibía un mensaje en la misma red social del rapero Flavor Flav , fundador del grupo Public Enemy: «Envíame un mensaje directo y te enviaré el pago hoy para que no tengas que preocuparte por eso». Flav, de 65 años, es un reconocido mecenas del deporte olímpico estadounidense, y de hecho es el principal patrocinador de los dos equipos de waterpolo. Se interesó por ellos después de que una de las jugadoras de la selección femenina denunciase que tenía que pluriemplearse para poder mantener su carrera deportiva. Estos días está en París asistiendo a multitud de competiciones, y se ha convertido en una especie de talismán para los deportistas del Team USA. No fue la única sorpresa para Fraley. También se unió a la causa Alexis Ohanian , fundador del agregador de noticias Reddit y marido de la tenista Serena Williams. El empresario de origen armenio se comprometió a cubrir los gastos de alquiler de Fraley de todo el año y adjunto la captura de un recibo por valor de 7.760 dólares. «Ahora ve y sé grandiosa», le escribió. Al igual que Flav, Ohanian también se ha destacado como un importante benefactor del deporte femenino. Padre de dos niñas junto Serena, se convirtió en 2020 en uno de los fundadores del Angel City, la franquicia de Los Ángeles que juega en la liga estadounidense de fútbol. Las buenas noticias para Fraley no acabaron ahí, porque el carácter viral de su publicación provocó que apenas un día más tarde la cuenta de crowdfunding superase los 20.000 dólares en aportaciones. Según dijo, ese dinero le servirá para afrontar con más garantías su participación en el próximo Mundial, que se disputará en Tokio en septiembre de 2025. La Universidad de Vanderbilt tuvo que aclarar que su aportación a la renta de Fraley es la que establecen las normas de la NCAA, la asociación que agrupa a la mayoría de los programas deportivos universitarios. La discóbola les dio la razón en un mensaje posterior, asegurando que su queja se refería al reglamento que permite que los deportistas universitarios ganar dinero por sus derechos de imagen, y que en su opinión favorece la popularidad por encima del rendimiento. Fraley, en todo caso, salió a la clasificación de disco liberada mentalmente, pero aun así no pudo meterse en la final. Comenzó con un lanzamiento de 62.54 metros, lejos de su mejor marca de la temporada, y ese registro acabó siendo definitivo tras quedarse en 62,30 y 60,95 en sus dos intentos posteriores. Quedó decimotercera, a solo un puesto y nueve centímetros de la clasificación. Al acabar, no quiso hablar con los periodistas en la zona mixta del estadio de Saint Denis.