En el mundo de lo paranormal, a veces lo extraordinario ocurre cuando menos se lo espera. Así sucedió en el programa «Espacio en Blanco» de Radio Nacional de España, en el que el director Miguel Blanco no buscaba fenómenos paranormales sino simplemente compartir misterios con sus oyentes. De repente, una llamada telefónica interrumpió la emisión. Era Rosa, una joven cordobesa que trabajaba en un supermercado de la capital y que, con voz nerviosa y preocupada, relataba a los oyentes una experiencia increíble que estaba sucediendo en su lugar de trabajo. Rosa narraba una fenomenología sin igual: objetos que se movían solos, extrañas sustancias que aparecían impregnando diferentes enseres, voces misteriosas y apariciones... Todo esto sembraba el terror entre los seis empleados del supermercado, quienes no daban crédito a lo que estaban viviendo. Con gran temor, Rosa explicaba que desde que el supermercado abrió sus puertas al público en 1996, habían presenciado todo tipo de hechos misteriosos y aterradores. Describía cómo los empleados dejaban los utensilios de cortar en una posición y luego los encontraban desordenados, o cómo colocaban las latas de manera estratégica para que parecieran más abundantes, solo para descubrirlas desordenadas al día siguiente. Lo más inquietante era que estos sucesos ocurrían cuando el local estaba vacío. Los empleados salían a la misma hora y no había guardia de seguridad. A pesar de que la alarma delataba la presencia de intrusos, nunca se disparaba. Los seis empleados, cada uno con sus propias experiencias singulares, se habían convertido en víctimas silenciosas de un macabro e invisible poltergeist . El supermercado, un lugar dedicado a la alimentación, se había transformado en un escenario de terror paranormal. La historia de Rosa y el poltergeist del supermercado conmocionó a los oyentes del programa y dejó a todos con la duda: ¿qué fuerzas invisibles acechaban en aquel lugar? Rosa, la testigo clave, relata sus experiencias: «He vivido sucesos extraños, como encontrar los cuchillos y las latas desordenados. En una ocasión, dejé un cuchillo sobre una tabla de cortar queso y al volver al día siguiente, encontré cuatro letras grabadas en ella: R, R, R y una A incompleta. Junto a las letras, había un líquido blanco que goteaba. Nadie pudo haberlo escrito, ya que todos entramos a la vez y el local estuvo vacío desde la noche anterior.« «Otro día, en el vestuario, escuché risas de niña pequeña. No podía ser ninguno de mis compañeros, ya que todos tenemos más de 30 años y no estamos para bromas, menos en el trabajo. Pero no solo yo lo he vivido, un compañero vio una presencia: una persona mayor con un abrigo y zapatos antiguos, de día, alrededor de las cinco y media de la tarde. Dos compañeros más lo vieron también. Es imposible, es aterrador.« Las experiencias vividas por los empleados del supermercado apuntan a un fenómeno paranormal. Sin embargo, la posibilidad de que estos sucesos sean producto del nerviosismo y la tensión reinante en el local también se baraja. Se ha descubierto que el local donde se encuentra el supermercado sirvió como refugio durante la Guerra Civil. Allí se escondían personas que huían de las tropas falangistas. Un grupo de estos fugitivos fue encontrado y fusilado en el mismo lugar. Además, se tiene constancia, dentro de la especulación, de que en el pasado hubo un cementerio en el mismo terreno donde ahora se levanta el edificio. Esto podría ser un factor que atraiga la actividad paranormal. Los trabajadores del supermercado convivían con el temor de estas presencias que buscan manifestarse. Pensaron en colocar grabadoras para captar psicofonías y obtener pruebas de la actividad paranormal o pedir ayuda a un sacerdote para que realizara un exorcismo y libere al local de las almas en pena que lo atormentan. *Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correo@garciabautista.net
