El Gran Premio de Fórmula 1 de Madrid , sin duda, pondrá a la región en el mapa a nivel mundial. Ifema estima que la competición atraerá cada día a 127.500 aficionados a los bólidos en su primera edición, en septiembre de 2026. Aunque los barrios colindantes al recinto ferial están acostumbrados a los grandes eventos, los meses de preparativos, montaje y desmontaje que implican la organización de esta carrera les han hecho saltar las alarmas. La Asociación de Vecinos de Valdebebas va a presentar alegaciones al borrador del plan ambiental presentado por Ifema. Sus máximas preocupaciones son el impacto del ruido que generará en el entorno, así como los problemas de movilidad en la zona, ya que el circuito ocupará parte de las calles que conectan los barrios adyacentes y temen un «colapso durante los casi cinco meses que afectará cada año la celebración del Gran Premio». El anteproyecto, como avanzó ABC , plantea la creación de un nuevo aparcamiento con más de 5.000 plazas para los asistentes vip y un refuerzo importante del transporte público, ya que, según los estudios de demanda que han realizado, un 60% optará por este medio para desplazarse hasta el recinto; el 30% lo hará en taxi o VTC, y solo un 9,5% utilizará el vehículo privado. Para la plataforma vecinal, el plan de movilidad es «claramente insuficiente». «El trazado urbano que se propone afecta directamente al itinerario de medios de transporte y conlleva un incremento muy relevante del tiempo para acudir a los servicios básicos», indica el escrito, al que ha tenido acceso este diario. En concreto, subrayan que la calle de Francisco Umbral, que será parte del circuito urbano, es la «conexión natural» con el Metro de Mar de Cristal, el centro de salud de referencia (Mar Báltico) y varios institutos que utilizan los alumnos de Valdebebas. Asimismo, señalan que la avenida de Alejandro de la Sota y la M-11 son las «entradas fundamentales» al barrio de Valdebebas y que se verán afectadas para dar servicio al evento. «Acceder por otra vía supone desvíos de entre 8 y 10 kilómetros, lo que no parece en absoluto sostenible». Por ello, proponen crear «nuevos accesos a Valdebebas para evitar su colapso» y que se «reduzca una tercera parte la superficie prevista de aparcamientos, para disuadir del uso del vehículo privado para ir al circuito». En cuanto al ruido, se quejan de que el proyecto «no prevé ninguna actuación preventiva». Al noroeste del circuito está el barrio de Valdelasfuentes y las viviendas más expuestas en encuentran a 90 metros de la pista. Al suroeste colinda con Canillas y La Piovera, y las casas cercanas están entre 320 y 500 metros. «El proyecto describe el uso de la última tecnología para la protección del propio circuito», pero creen «inadmisible» que no se planteen «medidas correctoras para aminorar el impacto del ruido con barreras de protección y absorción»: «No se puede esperar a causar un daño para después repararlo». Cuando se acabe el plazo de alegaciones, será el turno de la Comunidad de Madrid, que tendrá que evaluar la idoneidad del anteproyecto. En este sentido, el consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, resaltó ayer que, además de lo planteado, está previsto ampliar la oferta de transporte público: «Tenemos la intención de empezar la ampliación de la línea 11 en su tramo norte en un plazo lo más reducido posible y antes de Navidades se inaugurará el intercambiador de Valdebebas», recordó.