La hermandad de la Estrella ha restaurado la imagen de San Francisco de Paula de Santa Ana, una interesantísima talla anónima del siglo XVII que se encuentra en la parroquia trianera. Este santo mínimo ha sido intervenido por el equipo de conservación-restauración de la corporación del viejo arrabal, de la que es titular. Dicho equipo está integrado por dos hermanos de la Estrella, Concepción Moreno Galindo y Jesús Manuel Lozano Muñoz. En la pasada Cuaresma comenzaron unos trabajos que se han centrado tanto en la talla en sí de esta obra escultórica como en sus ricos ropajes, así como en los de su pareja localizada en el mismo altar de la catedral trianera, una imagen de San Nicolás Saggio de Longobardi . Ambos pueden admirarse flanqueando el retablo de las Santas Justa y Rufina, donde fueron restituidos al culto el pasado miércoles 31 de julio. El estado de conservación era muy deficiente. Tal y como señala la hermandad, entre los numerosos e importantes daños que ponían en riesgo tanto el aspecto como la integridad de las tallas «destacan grietas de diferentes longitudes y aberturas, pérdidas de piezas (falanges de los dedos de las manos y los pies), debilitamiento y degradación de algunas zonas del candelero por ataque de xilófagos inactivo, forro del candelero con ataque biológico y pudrición, movilidad de piezas, oscurecimiento generalizado por oxidación de barnices, acumulación de depósitos superficiales y pérdidas de policromía». El patrimonio textil, compuesto por las dos túnicas ricamente bordadas , también se encontraban afectadas. Estas habían sufrido la mutilación de la cenefa inferior y el oscurecimiento de los hilos metálicos, con un gran porcentaje de los mismos sueltos y deshidratados, todo ello sumado a una suciedad generalizada en el soporte de terciopelo. Las labores de restauración se han llevado a cabo en unas instalaciones adquiridas y estrenadas recientemente por la hermandad de la Estrella en el barrio de Triana. El local, localizado en la calle José Cruz Auñón, dispone de espacios destinados específicamente a colectivos de la corporación, como es el caso del equipo de conservación. La Estrella se ha hecho cargo de los costes de los trabajos dadas los lazos históricos que la unen a la Real Parroquia de Santa Ana. La de San Francisco de Paula es una imagen que, pese a pertenecer al primer templo del viejo arrabal, ha sido cedida en distintas ocasiones a la hermandad de la Estrella. En el año 2016, por ejemplo, presidió el altar instalado por estos cofrades en la calle San Jacinto para la procesión del Corpus Chico, cuatro años después de formar parte de la misma en un paso. Este año , sin ir más lejos, presidió en el mes de febrero (antes de ser intervenido) la función principal de instituto en la parroquia de San Jacinto junto al resto de los titulares de la corporación del Domingo de Ramos. Posteriormente, el 6 de abril también formó parte del altar efímero realizado en la parroquia de Santa Ana con motivo del 350 aniversario de la fusión de las hermandades de la Virgen de la Estrella y el Señor de las Penas, efeméride que se celebró conjuntamente con la festividad del santo de la Orden Mínima.