El Ayuntamiento de Soria ha incoado un expediente sancionador a la Diócesis de Osma-Soria por las obras de restauración que ha llevado en la iglesia del Mirón que contaron tan solo con un certificado de «declaración responsable» y que han modificado la fisonomía interior de este templo rococó. La Diócesis de Osma Soria es el titular del templo y responsable, por tanto, de las obras de restauración, que según lo que planteaba tan solo iban a consistir en pintar. Los trabajos, que para el Consistorio han modificado la iglesia de culto para católicos y ortodoxos de la ciudad de Soria, y la restauración fue tildada por las asociaciones de Conservación y Restauración de Soria y de España como un «atentado contra el patrimonio». El alcalde de la ciudad, Carlos Martínez, ha trasladado la responsabilidad de la mala ejecución de los trabajos a la Diócesis de Osma-Soria, y ha avanzado que ya está abierto un expediente sancionador, tras la supervisión de las obras por parte de los técnicos municipales. Asimismo, ha explicado que la Diócesis, tras la entrega de la declaración en el Ayuntamiento, encomendó pintar la ermita y sus elementos ornamentales. Tras ello, se produjeron las supervisiones de los técnicos municipales y las sucesivas denuncias de los particulares y asociaciones de conservadores del patrimonio. «Esto tiene su procedimiento administrativo, pero vamos tiene pinta que se va a aplicar la sanción», ha resaltado en declaraciones recogidas por Ical. A pesar del trabajo ejecutado, Martínez ha señalado que el Obispado tiene una intención «clara» de reconducir la situación al origen y «recuperar todo el esplendor de la ermita de El Mirón». La Asociación de Conservadores y Restauradores de España (ACRE) ha apuntado, por su parte, que los trabajos consistieron en repintar el interior de la iglesia y retocar las figuras ornamentales de su nave central, con un resultado estético nada «adecuado». La iglesia de Nuestra Señora del Mirón, que data de 1725, y que lleva una década siendo utilizada por la comunidad Rumana para el culto ortodoxo, se clasifica en el barroco tardío rococó con un ábside medieval. El origen del templo está en una iglesia románica de repoblación del siglo XII, de la que todavía subsiste el ábside convertido en camarín y sacristía. De igual modo, destacan como valor diferenciador el contraste entre su exterior -sobrio y austero- y el interior -más recargado- con elementos como espejos, cuadros dorados, volutas o los angelotes que en la cúpula conservan restos de policromía. Los trabajos que se han realizado consistieron en un perfilado de los elementos decorativos y de los rasgos de los angelotes, antes blancos, con un resultado ahora «caricaturesco», según los conservadores. El repinte en un templo de estas características está fuera de las buenas prácticas de intervención en inmuebles de valor patrimonial. «La ermita del Mirón está catalogada como bien integrante del Patrimonio Cultural. Los bienes inmuebles protegidos necesitan una autorización de la administración para poder ser intervenida», ha indicado el colectivo. El proyecto, según ACRE, debe ser redactado y ejecutado por profesionales cualificados bajo una dirección técnica y, por ello, reivindicaron que en las administraciones locales y autonómicas relacionadas con el Patrimonio tengan en plantilla conservadores-restauradores. «Las direcciones técnicas deben tener equipos multidisciplinares para evitar estos atentados. Una inspección que valore semanalmente los avances de los trabajos y que no permita alteraciones irrespetuosas e invasivas», ha precisado el colectivo, para avanzar que h a pedido explicaciones a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.