«Caminar hasta el Olimpo de los Dioses». Una frase aplicable a cualquier filósofo Presocrático en los tiempos de una competición deportiva en la Antigua Grecia, se repite en la cabeza de los deportistas que acuden a la cita olímpica . Sin esa mística que aglutinan las leyendas de los Juegos Olímpicos celebrados en la costa helena, la cuenta atrás ha llegado a su fin. Con la menor diferencia de años entre dos fechas olímpicas, los clasificados centran sus esfuerzos en la meta de París , donde se congregan los deportistas de elite. La delegación española congrega diversas opciones de medalla y desde el COE son optimistas con el número de metales. El objetivo es alcanzar el registro de 'Barcelona 92'. Las novedades en la decoración de los metales tanto en los Juegos Olímpicos como en sus hermanos pequeños los Juegos Paralímpicos, aumentan la expectación para los aficionados y los atletas, en la primera oportunidad que la ceremonia de apertura abandona la pista de atletismo. A diferencia de los premios en las diferentes competiciones durante la temporada, en la cita de París el precio de los metales es el mismo para todas las disciplinas. La única variación se encuentra entre los deportes colectivos y las competiciones individuales. En el caso de la medalla de oro, el COE ha colocado su recompensa en 94.000 euros en las competiciones individuales y 50.000 euros en las competiciones colectivas. Además de estas categorías, las parejas disponen de un régimen diferente, con una recompensa de 37.000 euros para cada integrante. Con la entrada de la nueva regulación sus hermanos pequeños los Juegos Paralímpicos las cifras quedan igualadas. En los Juegos de Tokio, los deportistas recibieron 70.000 euros en los deportes individuales y 35.000 en los colectivos. En el caso de las personas ciegas el guía obtuvo el 15 % del premio.
