El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan , ha sido objeto de críticas esta semana por su reacción ante un niño que no siguió el protocolo de besarle la mano. Durante un acto público, el pequeño extendió su mano hacia Erdogan en lugar de besar la del mandatario, lo que llevó al presidente a darle un cachete en la cara , manteniendo un semblante serio. Este incidente ocurrió en la ceremonia de inauguración del Proyecto de Renovación de la Meseta de Ayder, Transformación Urbana y Entrega de Casas para Catástrofes. La ceremonia se llevó a cabo en Rize el 27 de julio y tras el cachete, se suavizó el ambiente. Posteriormente, Erdogan posó junto a los dos niños para una fotografía, tratando de mitigar la tensión causada por lo ocurrido. Las imágenes del momento fueron ampliamente difundidas , generando diversas reacciones tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación. El comportamiento del presidente ha generado un debate sobre el protocolo en actos oficiales, así como sobre la interacción entre líderes políticos y menores. Las críticas hacia Erdogan reflejan una preocupación por las actitudes autoritarias y el tratamiento hacia los niños en eventos públicos.
