La lluvia abundante también mitiga las promesas políticas. Desde que Sierra Boyera se llenó nadie del Gobierno ni sus apéndices territoriales ha vuelto a hablar del enlace de Puente Nuevo para cuadrar la garantía de suministro. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán , llegó a plantear que era posible y además está en el Plan Hidrológico del Guadalquivir con 16 millones de reserva. El mismo enlace negado hasta la saciedad por el Ministerio pese a las urgencias de la Confederación Hidrográfica por acometerlo en el arranque de 2022 dada la situación de sequía que se vivía. El contacto entre la Diputación y el número dos del Ministerio días atrás para reclamar 5 millones a la primera por la obra de emergencia Colada-Sierra Boyera y abrir la mano para la ampliación de la ETAP de ésta última obvió a Puente Nuevo, ungido de vaivenes y, a la vez, trascendencia para muchos expertos y alcaldes de la zona como la solución definitiva y estructural al problema. En aquellos albores de 2022, los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ya habían recomendado como mejor solución posible a la crisis la conexión de los pantanos de Villaviciosa y Belmez. Lo hizo hasta en dos ocasiones. Los documentos incluso demuestran como llegó a pedir celeridad a Emproacsa para hacer la inversión. También los vídeos lo dejan en evidencia. El motivo era la posibilidad de financiarlo con fondos europeos . Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez descartó, sorprendentemente, la urgencia de esta obra en el Decreto de Sequía . Defenestró esta medida, entiéndase por su alto coste y tiempo de ejecución (ya estaría acabada ahora amortizada por haber evitado el ridículo actual), y la metió en el fondo del cajón. Sin más. Del sí al no a la conexión Puente Nuevo-Sierra Boyera en breve lapso de tiempo. Al borde de la falta de abastecimiento en el Guadiato y los Pedroches , sólo planteó una solución de emergencia. Una conexión provisional que bombea el agua con dos grupos electrógenos que se nutren de gasoil. Tuvo la osadía de anunciar que esa obra, en principio, provisional, podría ser definitiva. Los hechos le dieron un baño de realidad. Al mes, el 17 de abril de 2023, la Junta de Andalucía declaró ese líquido no apto para el consumo humano. Los camiones cisterna fueron la única solución posible durante un año entero en el Norte. Los problemas y averías de ese sistema de emergencia han sido constantes. El alto coste de su mantenimiento para bombear también. Tanto, que colapsaron en verano y dejaron sin agua, tampoco la no potable, a la población durante varios días. A comienzos de 2023, el secretario de Estado de Medio Ambiente destapó el último baile de la 'yenka' del Ejecutivo central con el trasvase. Admitía lo que era un secreto a voces desde que ABC Córdoba lo destapó: el Plan Hidrológico del Guadalquivir y su partida para ejecutar esta conexión, de la que reconoce su necesidad. Morán asegura que la conexión del embalse «de Puente Nuevo a Sierra Boyera» está «incluida en la planificación hidrológica de la cuenca del Guadalquivir 2023-2027» y que, por tanto, «no está descartada». El trasvase de Villaviciosa a Belmez emerge de sus cenizas. Eso sí, «ese es el recorrido que tenemos por delante durante la vigencia del plan», dijo Morán también. Es decir, que podría no llegar hasta 2027. Si es que llega. Ya incluso habrá llovido mucho hasta entonces. Pero la ministra Teresa Ribera, en alguna incursión semiclandestina con la plataforma de la zona y sus alcaldes afines , regateaba esta posibilidad, sobre la que, para más 'inri', en una reciente entrevista de la subdelegada del Gobierno en Córdoba, Ana López, se volvía a negar.