Galicia ya es la primera comunidad autónoma en aprobar su techo de gasto para 2025. Son los 13.954 millones de euros que ya había anunciado el conselleiro del ramo, Miguel Corgos, los que este miércoles salieron adelante en el Parlamento por iniciativa y con el único apoyo del Partido Popular, frente al rechazo de los socialistas y nacionalistas gallegos y la abstención de Democracia Ourensana. Corgos presentó unas cifras elaboradas con la «máxima prudencia» y que dejan el límite del año que viene, igual que pasó en 2024, como el nuevo máximo de la serie histórica. Pero la polémica por la financiación catalana no estuvo ausente dentro de las paredes de la Cámara, y el conselleiro terminó redirigiendo su discurso a cargar contra el «infame» preacuerdo PSOE-ERC para investir al socialista Salvador Illa como president de la Generalitat a cambio de un concierto económico para Cataluña. Por lo que al límite aprobado el miércoles respecta, Corgos aseguró que emana de «previsiones prudentes» en base a las reglas fiscales europeas más recientes, y que el incremento reafirma el «compromiso» de Galicia con la sostenibilidad de las finanzas públicas y el impulso del desarrollo y el empleo. El objetivo: «Seguir reforzando los servicios públicos, ayudando a las familias y a las empresas, favoreciendo las inversiones que apoyen el crecimiento económico y con un especial impulso a las políticas de vivienda», desglosó. Y destacó que este será, además, ,el «segundo año consecutivo» en el que la Comunidad no contraerá endeudamiento neto. Así, resumió el conselleiro, para 2025 quedó fijado un límite de gasto no financiero que eleva en un 3,2% los recursos autonómicos, hasta los 11.419 millones de euros; el límite de gasto común en un 3%, hasta los 13.492 millones; y el límite de gasto total –el común sumado a los Fondos Next Generation– en un 2,5%, hasta los 13.954 millones de euros, «la cifra más alta de la historia de la Comunidad». Después, la intervención de Corgos dio un giro para centrarse en ese pacto entre PSOE y ERC por el futuro de la financiación catalana. El preacuerdo entre ambas fuerzas, denunció el conselleiro, «dispone de los recursos de todas las comunidades autónomas», «altera el sistema de financiación» y, por ende, «atenta contra los principios constitucionales de igualdad, solidaridad y capacidad tributaria». Con el modelo de concurso económico que se plantea, «todos los principios de la Lofca (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades) son quebrantados», apostilló. Corgos consideró ese enfoque nocivo porque «rebaja las transferencias de nivelación» y se ciñe a un acuerdo «bilateral» entre una comunidad y el Estado, recogió Ep. Acusó que, directamente, «cambia el sistema tributario» al añadir un principio de ordinalidad por el que Cataluña «no puede tener menos financiación que otra comunidad con menor capacidad tributaria». «Nunca un gobierno tan irresponsable había hecho tanto daño a la estabilidad financiera y fiscal de las comunidades autónomas. Y todo por intereses partidistas», apuntaló. Llegados sus respectivos turnos, las fuerzas de la oposición que se pronunciaron en contra de la aprobación del nuevo techo consideraron «raquítico» el incremento del 2,5% (BNG) y echaron en falta «ambición» por parte del Ejecutivo gallego (PSdeG). Por un lado, la portavoz nacional y líder del Bloque, Ana Pontón, pronosticó que la subida, que no se equipara al aumento de precios en Galicia del 3,7% en el último mes, se quedará «tan pequeña» que se «la va a comer la inflación». Será «insuficiente», advirtió, para afrontar los «grandes desafíos» que tiene por delante la Comunidad y para dar solución a los «problemas reales de la gente real», citando que Galicia es la segunda comunidad con menos inversión en atención primaria. En la misma clave, aprovechó para avisar de que, si la Xunta prevé «volver a la senda de recortes», «no cuenten con el BNG». Desde la orilla socialista, la portavoz de Economía e Facenda, Patricia Iglesias, comparó el techo de gasto con el «color gris» de un Gobierno gallego «conformista», marcado por la «falta de ambición» y obra de una «derecha neoliberal» que «ahonda en el estrangulamiento de los servicios públicos». La diputada socialista puso la mirada en el plano estatal para hacer su comparativa y llamó la atención sobre el ritmo de crecimiento de la comunidad gallega, menor que el de la media española; el mayor aumento interanual del paro gallego que en el español en el segundo trimestre de 2024; y la inflación «por las nubes» que sufre Galicia, la mayor del país. Al final, censuró un «ilusionismo fiscal» de la Xunta que, acusó, beneficia a las rentas y patrimonios más altos a costa de la calidad de los servicios públicos.