Esta semana, el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, reclamó al Ejecutivo estatal que disponga un plan nacional de infraestructuras educativas para llevar a cabo su adaptación pedagógica, tecnológica y de sostenibilidad a los estándares más actuales. Y el Gobierno no tardó en pronunciarse al respecto: este miércoles, un día más tarde, hizo llegar a los medios un comunicado repasando varios planes que ya repercuten económicamente en los centros de enseñanza y similares y achacándole a la Xunta «falta de rigor» en una materia que considera de su competencia. Pero, en respuesta, el departamento de Educación de la Xunta puntualizó que lo que requiere es una línea de inversiones y ayudas directas y específicas que, actualmente, echa en falta. A día de hoy, argumentó Rodríguez, son las comunidades autónomas las que asumen «el cien por cien» de las obras de mejora, que, en el caso de Galicia, «son muy necesarias debido a la antigüedad de nuestro parque inmobiliario y a su volumen, con más de 1.000 edificios que requieren de modernización y adaptación a las nuevas metodologías, dotarlos de más y mejor tecnología y hacerlos más respetuosos con el medio ambiente». «Pese a esto, el Ministerio de Educación no aporta fondos para la transformación de las instalaciones educativas», criticó, dejando a la Xunta a cargo de un «esfuerzo inversor sin precedentes». Y como «prueba» de ello, expuso «los 243 millones de euros para obras de mejora» que desde 2021 canaliza la Consellería con el Plan de Nova Arquitectura Pedagóxica. En una propuesta que elevó al Ministerio de Educación después de haberse aprobado en el Parlamento gallego, Rodríguez hizo hincapié en que el plan podría financiarse con Fondos Europeos MRR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia), un ámbito que «encaja perfectamente» con los criterios de sostenibilidad ambiental, eficiencia energética y creación de empleo. Por otro lado, desde el Gobierno estatal destacaron haber transferido a la Xunta «260 millones para programas de mejora de la educación pública», citando el Plan de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA), «la financiación de libros de texto, la implantación de sistemas tecnológicos en las aulas, la modernización de la Formación Profesional o la creación de plazas gratuitas en el primero ciclo de educación infantil». En el mismo saco destacaron el Programa PIREP de rehabilitación de edificios públicos, al que el Estado dedicó 20 millones para rehabilitar «21 centros escolares de las cuatro provincias gallegas, en los que se ejecutaron obras de eficiencia energética, reforma de cubiertas y envolventes y de mejora de la accesibilidad» y que «el gobierno gallego ya se beneficia de los fondos del Plan de Recuperación del Gobierno para la modernización del parque inmobiliario educativo». Concluyendo que, «por lo tanto, no es cierto que a la Xunta asuma en solitario la renovación de infraestructuras escolares». «El Gobierno seguirá impulsando una educación de calidad con inversiones, aun sin tener las competencias en la materia. Lamentamos la falta de rigor de la Xunta y del conselleiro y los animamos la que ejerzan su papel y atiendan las necesidades en Educación», manifestaron. Pero, insisten desde la Xunta, sigue ausente un programa específico dedicado a la puesta a punto de estas instalaciones. «Esta demanda por parte de la Consellería de Educación al Ministerio deriva de un acuerdo del Parlamento de Galicia apoyado por todos los grupos excepto el PSdeG», recordaron, porque el Gobierno central sigue careciendo de un plan estatal de infraestructuras, «tan necesario en estos momentos».
