Un detenido intentó este martes por la tarde fugarse por el falso techo de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Toledo , en el mismo edificio de la Jefatura Superior de Castilla-La Mancha. Ante la falta de personal, los agentes tuvieron que pedir ayuda a la Policía local, que precisamente había trasladado al individuo después de haberlo arrestado tras perseguirlo a pie. Ángel fue engrilletado por agentes municipales pasadas las doce del mediodía como consecuencia de un accidente de tráfico : un coche se había salido de la calzada en la rotonda que da acceso a las urbanizaciones de La Legua, Vistahermosa y Valparaíso. En el vehículo viajaban dos hombres, que resultaron heridos leves. Ángel, el conductor, salió corriendo cuando los policías locales pretendían realizarle la prueba de alcoholemia, lo que puso en peligro a otros automóviles que circulaban por la zona y también a los uniformados, que lo alcanzaron a pie. Su acompañante fue trasladado al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Toledo, mientras que en el coche los policías encontraron «efectos» que presuponían «la inhalación de gases y sustancias psicotrópicas» , según fuentes municipales consultadas por ABC. También hallaron informes sobre intoxicaciones de Ángel el día anterior y hace un mes. El vehículo fue retirado por una grúa y al conductor se le trasladó a la comisaría de la Policía Nacional, donde intentó zafarse de los agentes cuando le realizaban la reseña . Podría ir bajo los efectos del óxido nitroso, conocido como 'el gas de la risa', que se ha convertido en una droga de moda en Europa, barata y popular entre los jóvenes. Sin embargo, acabó siendo reducido e ingresado en uno de los cinco calabozos. Horas más tarde, concretamente «a las 17:56» según fuentes oficiales del Ayuntamiento, desde la comisaría se pidió colaboración a la Policía local porque Ángel, de complexión fuerte, se había «evadido del control policial en la zona de depósito de detenidos; se ha debido escapar» a través del falso techo. Según otras fuentes, el arrestado solicitó ir al baño, se negó a entrar en su calabozo y se puso muy agresivo, por lo que lo dejaron encerrado en el distribuidor de las celdas, que también tiene su reja. Mientras llegaban refuerzos para meterlo en el calabozo, aprovechó para subirse a un contenedor y colarse por el falso techo. Entonces los agentes, entre ellos el comisario provincial, Carlos Julio San Román, lo siguieron por la comisaría oyendo sus ruidos mientras se movía por el conducto . Finalmente, «transcurrido un tiempo de negociación y de haber ocasionado diversos daños de gran consideración», se logró que bajase por «su propio pie» , según fuentes de la Policía local. Atendido por personal médico, fue trasladado con custodia policial a Urgencias del Hospital Universitario de Toledo y luego a dependencias de la Guardia Civil, según las mismas fuentes municipales, dado los desperfectos causados por el detenido en la comisaría. Entre otros, rompió una tubería de agua y hubo que cortar el suministro general hasta que arreglaron la avería. Desde la Jefatura Superior de Policía de Castilla-La Mancha no se ha facilitado ninguna información a ABC sobre estos hechos.